Revista Asia
Esta imagen marcó el punto de partida de ayuda humanitaria que enviaba la Cruz Roja Coreana a Corea del Norte. Fue en 1995, durante plena hambruna donde la gente caía por una gestión pobre del régimen, y mandó 150.000 toneladas de arroz. Pero ni siquiera eso podía evitar una catástrofe demasiado avanzado cuyos efectos aún se arrastran en la actualidad sin poder definir que hacía el régimen todos estos años. El martes pasado, Seúl anunció que iba a donar materiales humanitarios cuyo valor alcanzaba casi tres mil millones de dólares. Hay que acordar que las donaciones pasadas que ocurría que forma anual se paralizó cuando ocurrió el hundimiento del buque Cheonan en 2010.
Nunca hemos sabido hasta hoy si realmente esas cantidades de arroz y maíz han parado en manos de los más afectados por la inanición. Para evitar la vergüenza, el régimen ha repetido sus afirmaciones en demasiadas ocasiones que las bolsas grandes de arroz se ha enviado de manera adecuada y correcta a todas las familias de zonas más afectadas de catástrofes humanitarios y medioambientales. Pero sin pruebas. Además si preguntamos a los refugiados norcoreanos que han establecidos en Corea del Sur, sus versiones contradicen a los que dice el régimen. Ellos, cuando más lo necesitaban, recibían en mínimas cantidades o a veces, ninguna. Y los que repartía evitaba que la gente viera el lugar de origen de las bolsas para sortear la "humillación" de un país que hasta entonces defendía la autosuficiencia.
El plan de actual gobierno surcoreano prevé llevarse a corto plazo. Pero esta vez tampoco habrá certeza si aquellos materiales serán distribuidos correctamente a los destinatarios más precisados. Un sector de población alaba esta propuesta mientras que en otra parte de también hay preocupaciones y críticas preguntándose si no es demasiado precipitado el programa planteado. Aunque los estudiosos piensan que durante estos días se han repetido por ambas partes tantas veces la palabra "reunificación", dicha ayuda es una forma de acercarse al país hermético con el fin de lograr ese propósito que durante seis décadas jamás lo hubieran pensado. El diario de Corea del Norte