Parece que todo vale para algunos medios de comunicación en su intento de mitigar el ascenso de Podemos: tertulianos bien entrenados para acosar incisivamente a la nueva formación política; presentadores de televisión que en sus preguntas dejan caer una postura tendenciosa; titulares de diarios que nos advierten de los peligros del "populismo" al que asocian al partido de Pablo Iglesias; reportajes de investigación en los que se escudriña el pasado y el presente de sus militantes; hemerotecas que se usan para resaltar sus posibles contradicciones, y exigencia, casi inquisición, para que concreten sus medidas programáticas como jamás se había demandado a otras formaciones...
La prensa parece revivir también con el fenómeno de Podemos, la lástima es que no lo haya hecho hasta la fecha con la misma contundencia con los políticos e instituciones que nos gobiernan y que haya sido tan liviana con los poderosos y tan poco crítica y escrutadora con sus manejos.
La mayoría de los medios de comunicación van con retardo en entender las aspiraciones de la sociedad, porque se han instalado cómodamente en las torres de los palacios del sistema y no han descendido a la calle donde viven los ciudadanos.
Ni supieron entender las protestas del 15 M ni, por descontado, criticaron un sistema financiero con el que tuvieron extremada connivencia y que nos llevó a una crisis sin precedentes.
La credibilidad de muchos medios está tan resentida como su independencia económica y política.
Mejor les hubiera ido con sus lectores, oyentes y telespectadores, si hubieran aplicado una décima parte de la obsesiva critica a Podemos al conjunto de los que nos han venido gobernando. Mejor hubiese sido dejar de hacer seguidismo político acudiendo a ruedas de prensa, muchas veces sin preguntas, vacuas y hasta engañosas. Mejor, también, haber indagado en los negocios poco transparentes de los banqueros y políticos corruptos y haber contrastado el incumplimiento de los programas de los gobernantes, porque da la sensación de que todo lo que vale para Podemos no vale para los demás. Claro que muchos medios de comunicación, poniendo especial foco en lo de Pablo Iglesias, están actuando de nuevo a favor de los intereses de los poderosos, porque desafortunadamente necesitan de ellos para subsistir. No aprenden y así les va.