Revista Opinión
A propósito de la vida y la muerte, siempre me acuerdo de una calle de mi Segovia natal, Calle de la Muerte y Vida.
Cuando llega el 1 de noviembre de cada año ( ya queda menos), muchas personas van a visitar los cementerios para recordar a los que nos precedieron en la vida.
La Muerte ya es otra otra cosa, es una gran incógnita, aunque para algunos sea la otra Vida.
Viene a cuento esta reflexión que estoy escribiendo ahora por aquello de acordarnos de nuestros seres queridos.
No necesitamos ninguna memoria especial, solo necesitamos una memoria limpia sin avatares políticos, que por cierto, siempre ensucian cualquier memoria.
Reivindico que dejen acordarme lo que mi mente siempre recuerda, sea bueno, sea malo, sea regular, incluso indiferente, pero son mis recuerdos.
Quiero que mi memoria sea mía, mi memoria.
Solo pido a la buena gente que no se meta en camisa de once varas, y así seré yo -como creo que he sido siempre- respetuoso con las memorias de los demás. Pues eso.
A propósito.