Juan Martorano.
Mi más reciente artículo, que antecede al presente, lo escribí desde la rabia y desde las tripas. Como vicepresidente del Consejo Nacional Bolivariano de los Derechos Humanos (CONABDH), me opongo a lo que considero la naturalización de las violaciones más flagrantes a los derechos más elementales de nuestro pueblo. Que tal vez plantee el caso desde el punto de vista personal, no lo descarto ni lo niego, pero eso no obsta a que se haya sentado un positivo precedente, que creo importante hacer del conocimiento público.
Como muchos deben recordar, en fecha 1 de septiembre de 2018, escribí el artículo titulado: “Conviasa ya no es del pueblo, sino de la oligarquía, matavotos, bachaqueros y derivados”, el cual tuvo más receptividad de la que yo mismo me esperaba. Quiero agradecer a todos aquellos y aquellas que además de leer, se tomaron la gentileza de retuitearlo y de viralizarlo a través de las diferentes plataformas tecnológicas y redes sociales digitales. Además de los portales web Aporrea.org, Ensartaos.org, y cualesquiera otros que hayan tenido la deferencia de publicar, más que el artículo, la denuncia pública que realice en la fecha antes mencionada.
Pues bien, quiero permitirme informar que el caso mencionado en el referido artículo esta prácticamente solventado, y paso de seguidas a describir una crónica de esta victoria. Como un primer elemento de ese triunfo y de cómo la denuncia formulada por este servidor, a nombre de muchos usuarios y usuarias de esta aerolínea, fue que el día lunes 3 de septiembre de 2018, Conviasa abrió sus vuelos vía web, además de ello, de las modalidades de pago, no sólo puede hacerse a través de la tarjeta de crédito, sino a través de transferencias bancarias. En esta primera instancia, solamente se aceptan transferencias de Banesco a Banesco, lo cual a mi juicio representa un avance. Poco a poco se permitirán transferencias interbancarias y de otras entidades financieras.
Por otro lado, mi mujer, Mellicent María Romero Mendoza, ya identificada en el artículo anterior, aprovecho esa apertura para adquirir su boleto del vuelo 1196 con el itinerario Puerto Ordaz (PZO)- Valencia (VLN) para el viernes 7 de septiembre a las 6:30 am con llegada a las 7:30 am. Dicha operación realizada mediante transferencia bancaria, sorprendentemente, a las 3 horas de realizada, le fue enviado, de acuerdo a lo que ella me informó, su boleto aéreo.
Pero como señala el refrán, cuando las cosas buenas llegan, llegan completas, en el momento en que los portales web ya identificados publicaron mi denuncia, la cuenta twitter @0800INFOVIA , la cual forma parte de una línea abierta por el Ministro del Poder Popular para el Transporte, ingeniero y compañero tupamaro, Hipólito Abreu, tomo nota debida de mi denuncia, y una vez que mi mujer logró comunicarse con ellos, a través del siguiente número que me permito socializar 0800.INFOVIA que es igual a marcar 0800-4636842, el lunes 3 de septiembre procedieron a dar curso y a solventar la problemática por este servidor. Ya solventado el problema del pasaje por la línea aérea, ahora corresponde el reembolso de 121 Bolívares Soberanos realizado por mi compañera en fecha 25 de agosto de 2018 desde su cuenta del Banco de Venezuela, y la reversión del pago de mi tarjeta de crédito realizado en fecha 31 de agosto de 2018, por un reembolso de 121 bolívares soberanos y la anulación del boleto que por error compré a mi nombre para la fecha del vuelo descrito en el párrafo más arriba. Esto, además de restituir un dinero que ambos necesitamos, permitirá que una persona que se encuentre en Ciudad Guayana y necesite ir en el vuelo de Conviasa que va hacia Valencia el viernes 7 de septiembre a la hora ya descrita, pueda hacerlo. Estos reembolsos se encuentran en trámite, y debe en los próximos días, por no decir horas, ser solventado. Desde aquí vaya mi agradecimiento a la colaboración prestada por la señora o señorita Linares, de Infovia, no solo por la receptividad ante nuestro llamado, sino por todas las diligencias que está realizando ante Conviasa, para restituir un daño, más que económico, moral, que algunos trabajadores y trabajadoras (afortunadamente no son todos ni todas) envueltos y mafias y corruptelas de bachaqueo de pasajes, desprestigian a una institución que debe tener un sentido y servicio social, tal como lo señalé en el anterior artículo- denuncia.
Lo que sí quiero destacar, y me disculpan la alusión en primera persona, es realizar algunas reflexiones. Indudablemente, estamos afrontando momentos complejos, duros y difíciles. Hay que ser críticos y autocríticos, indudablemente. Pero no es menos cierto que muchos y muchas compatriotas, a nombre de estos postulados revolucionarios, a nombre de la irreverencia en la discusión, permanecen en una actitud de quejadera que contribuye a la inmovilización y paralización, y a dejar que sean otros los que resuelvan sus problemas.
El actual momento nos exige, más que la conducta de la quejadera, la inmovilización y paralización, debemos pasar es a la proposición, movilización y a la proactividad. No podemos esperar que papá Estado venga a resolvernos todo. ¿Dónde queda la corresponsabilidad que nos señala la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela?
Si algo he aprendido en esta vida es a ser perseverante, y a no doblegarme ante las dificultades. Y eso también lo tiene mi compañera. Y nos apoyamos y nos hicimos fuerte, y decidimos no consentir ni aceptar la vulneración de nuestro derecho al libre tránsito, consagrado en el artículo 50 de nuestro texto constitucional. Varios correos recibí de insultos, incluso uno de ellos me señalaba que estaba dando “griticos pendejos”. Pues bien, gracias a esos “griticos pendejos”, no solo se solventó un problema, sino que además se van a golpear duramente algunas mafias enquistadas en Conviasa. No me corresponde a mí adelantar las acciones que desde esa estatal venezolana, en coordinación con los cuerpos de seguridad se darán, solo estén pendientes en los próximos días de algunas sorpresas que pueden surgir.
Razón tenía y tiene el Libertador y Padre de la Patria Grande, Simón Bolívar, cuando señalo: “El soldado bisoño lo cree todo perdido al escuchar los primeros disparos y sufrir las primeras derrotas”. Paciencia, confianza, fuerza y fe, porque saldremos triunfantes de esta situación. Tiempos de prosperidad en el mediano plazo se avizoran en nuestro Estado- Nación.
Además de ello, afortunadamente hay personas que son verdaderos servidores públicos y servidoras públicas. Siempre en el camino, y de la manera que uno menos se lo espera, se consigue en estas luchas aliados institucionales que también es importante tenerlos y apoyarse en ellos. Ahí está el ejemplo de la señora Linares, y vaya desde aquí mi reconocimiento a ella y a todos como la señora Linares, así como a la incipiente gestión del ministro Hipólito Abreu, que creo está haciendo un esfuerzo importante en la cartera que dirige, la cual no es nada fácil.
Y yo señalo. En este caso, mi mujer y yo nos unimos, apoyamos e hicimos causa común para solventar este problema, y resolvimos, además de sentar un positivo precedente. Si esto es así. ¿No creen que si nosotros, más allá de la queja, decidimos enfocar nuestras energías más bien para formarnos, informarnos y sobre todo, definir una buena estrategia y organizarnos, para no solo neutralizar y golpear a las mafias enquistadas en Conviasa, sino de otros sectores donde también se pretende vulnerar nuestros derechos? Solo dejo esto como una necesaria reflexión.
Nicolás Maduro es el Presidente de la República. Evidentemente, no tiene el carisma que tenía Chávez, pero no por ello señalar que le falta coraje y voluntad, sobre todo en estos tiempos complejos y difíciles que le ha tocado gobernar. A partir del 20 de agosto, ha comenzado la implementación de un Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica. Pero es importante que entendamos, que Maduro no puede solo, que hay que ayudarlo y apoyarlo. Y esto no se trata de que el tipo caiga bien o caiga mal, que sea simpático o antipático, sino de lo que se trata es de un esfuerzo que busca la restitución de nuestro estado de bienestar que teníamos, pero sin dejar de sacar las lecciones que estos tiempos complejos nos han dejado. No es que en el momento en que venga la época de las “vacas gordas”, nos vamos a volver nuevamente locos y locas, y en un modelo consumista, a malgastar y a derrochar lo que tenemos. Si bien no tenemos que ser pichirres ni miserables con nosotros mismos y nosotras mismas, en tiempos de bonanza hay que incentivar la cultura del ahorro y la previsión y a manejar los recursos con criterios de escasez. No olvidemos, como lo señala mi general en jefe, Jacinto Pérez Arcay: “Vivimos en un mundo de necesidades infinitas y recursos limitados”.
De mi parte, ante esta victoria altamente moralizante en este caso, y que afortunadamente no hubo que llegar a vías administrativas o jurisdiccionales para solventar la situación denunciada por este servidor de ustedes. Así como he estado en las calles de Caracas, Ciudad Guayana y el resto de Venezuela, adquiero un compromiso ciudadano de asesorar y orientar ad honorem, además de hacer públicas las denuncias (debidamente sustentadas, comprobadas y verificadas) a fin de colaborar y ayudar a otros compatriotas y camaradas, que tal vez no tengan la misma posibilidad que yo, de escribir y de publicar opiniones, las cuales puedan ser atendidas por las instituciones e instancias del Estado correspondientes.
Tal vez este artículo no será muy leído, ni ocupará lo que yo denomino “el cuadro de honor” de aporrea y otros portales. Lamentablemente es más fácil conectarse con las energías negativas con y con las malas noticias. Pero es importante saber que también hay buenas energías y las buenas noticias también se difunden. Y este precedente positivo no podía dejarlo pasar, y lo escribo para legarlo a la posteridad. A alguien tal vez le pueda servir.
Y como aquella fabula del colibrí, cuando esta ave en medio de un incendio que se devoraba todo un bosque, y los animales corrían y huían, observando a este pájaro volando hacia las llamas con una gotita de agua en su pico, le preguntaron: “¿Qué haces?”, el sabio colibrí les respondió: “Sólo hago mi parte”.
Yo estoy haciendo mi parte. ¿Qué estás haciendo tú?
¡Bolívar y Chávez viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
Abogado, Activista por los Derechos Humanos, Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC).
[email protected] @juanmartorano
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