Al parecer es “ilegal” recordarles a los diputados:
que están en su puesto para defender los intereses del pueblo
que están en su puesto para defender las promesas electorales de su partido
que están en su puesto para oponerse a las injusticias, vengan de donde vengan
que están en su puesto para ir a trabajar todos los días
que los viajes, alojamientos y comidas deben pagárselas como todos hacemos
que no están donde están, para beneficiarse de sueldos impresentables mientras deciden que el resto de los mortales no tenemos derecho al nuestro
que no están donde están, para saltarse a la torera los compromisos electorales
que no están donde están para enzarzarse en disputas absurdas mientras los recortes nos asfixian
que si no reman todos en la misma dirección, la barca solo da vueltas
que si están todos los que están, es porque ellos lo han decidido, no el pueblo soberano
que si el pueble es soberano, lo es para decidir quien está, cuantos están, cuanto deben cobrar y cuando deben salir
Claro que, como la representatividad emana del pueblo, y la soberanía del pueblo habita en el Congreso de los Diputados, no es legal, ni justo, ni ético, que estos recordatorios se realicen mirándoles a los ojos, a corta distancia, en los alrededores del Congreso porque estaríamos violentado la democracia en su propia cuna.
Pues saben lo que les digo, que si esa es la cuna, miedo me da saber cual será la cama, aunque sospecho que la cama debe ser la que nos están haciendo, y lo más triste es que además nos tocará pagarla.