Revista Cine
La profesión de comercial ha tenido muy poca representación en el ámbito cinematográfico, con notables excepciones como Glengarry Glen Ross. Para muchos profesionales de este sector, su vida es una auténtica montaña rusa, pues las ventas dependen de muchos factores, algunos de los cuales no pueden ser controlados del todo por el vendedor. Aquí se nos presenta a un protagonista totalmente quemado, un comercial cuyos métodos toscos siempre le han funcionado (su fórmula estrella es llevar sus mejores clientes a prostíbulos), pero que ve que su existencia se va por el sumidero frente al empuje de compañeros más jóvenes. Una muy interesante película española, que trata el tema de forma valiente y que se nutre de la insospechada presencia de una estrella como Nick Nolte.