Revista Diario

A punto para el alta

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
Perdón por la desaparición de estos últimos días. El modem que he comprado es de prepago, se me agotó el saldo y descubrí que los simpáticos de Movistar no dejan recargar por teléfono y tampoco funcionaba la recarga por Internet. De todas formas, he estado bastante chunga y muy decaía, no es que tuviera muchas ganas de ordenador.
Después de haber devuelto el viernes no menos de 10 veces y de haber tenido durante la tarde varias bajadas de tensión, el sábado me levanté con un mal cuerpo espantoso. Rematé la tarde vomitando de nuevo una cantidad enorme de ¿anestesia? ¿bilis? en fin, no quisiera dar detalles demasiado asquerosos, pero desde luego aquello tenía un aspecto muy "anormal".
Afortunadamente, se volvió a cumplir esto de que a las 48 horas de la operación se produce una gran mejoría y el domingo pude incluso comer algo de jamón york y de tortilla francesa y mantenerlos en mi cuerpo.
Lo cierto es que si con la anestesia no me hubiera puesto a morir, me hubiera recuperado fenomenal. La herida me duele relativamente poco y eso que el tamaño de la incisión externa es igual que el de la cesárea del año pasado y, además, tengo toda la zona superior con hematoma. Tan soportable ha sido el dolor que desde el sábado por la noche no estoy tomando calmantes.
Nuevamente, lo más doloroso han sido los gases: en la tripa, en el costado, en los riñones, en la clavícula y hasta en el cuello. Más leves que con la cesárea, pero molestísimos igual.
El sábado me levanté de la cama incluso sin ayuda. Voy renqueando, me duele y además estoy floja, pero tengo mejor movilidad que con la cesárea.
Es imposible no comparar esta operación con la cesárea. Aunque supongo que la incisión del útero habrá sido mucho más pequeña y, evidentemente, al estar el útero de un tamaño normal eso ha hecho que todo sea más sencillo, los paralelismos son inevitables. Anoche me miré la cicatriz en el baño y me dió bastante bajón. Aunque aún tengo que hablar con el ginecólogo del tema, no dejo de pensar que en nada de tiempo he acumulado dos grandes rajas en mi útero y me pregunto cómo me puede afectar eso en un futuro. No tanto por tener más hijos, que eso no lo dudo, sino porque supongo que estoy irremediablemente avocada a pasar por una tercera cesárea si quiero tener otro bebé. Y porque entiendo que si repito cesárea, eso pondrá fin al chiringuito (que no es que quisiera tener familia numerosa, pero que mi salud decida por mi, me parece tristísimo).
Aquí es difícil no tener un poco de bajón. Me he reencontrado con enfermeras que incluso se acordaban de mi, estoy en una clínica de maternidad y estar aquí, así, sin haber tenido un bebé, me resulta triste. Pero pienso que hay que mantener la cabeza fría y pensar por qué he llegado hasta aquí: el objetivo merece mucho la pena.
Como hoy estoy mucho mejor, espero tener el alta ya mañana, así que la próxima vez que escriba espero hacerlo tranquilamente desde mi casa.
Muchísimas gracias por todos los comentarios y mails que me habéis mandado, me he acordado un montón de todos ellos.

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