Revista Opinión

¿A qué edad es adecuado empezar a aplicar disciplina a los niños?

Publicado el 27 enero 2018 por Carlosgu82

Ser padres puede representar el reto más grande de nuestras vidas. Es un proceso que empieza desde el momento mismo de la concepción, aún cuando promueve su materialización mental, al conocer la noticia. Son muchas las dudas que asaltan. Una de estas, es la que tiene que ver con la disciplina. Y es que muchos padres se preguntan: ¿A qué edad es adecuado empezar a aplicar disciplina a los niños?

Lo primero es saber que la disciplina no es sinónimo de negatividad ni de limitaciones. Es, más bien, un método que estimula la adaptación de un carácter adecuado. Asimismo, permite diferenciar, con claridad, lo correcto de lo incorrecto.

Cuando hay algún riesgo para el niño, la disciplina es obligatoria

¿A qué edad es adecuado empezar a aplicar disciplina a los niños?

Parece una cuestión obvia, pero a veces no se emplea así. Muchos padres sienten una excesiva debilidad hacia sus hijos que los llevan a ceder, incluso, cuando saben que alguna situación puede ser peligrosa. En estos casos, la disciplina debe ser impuesta con mayor firmeza y carácter. No se puede, siquiera, proponer una negociación. En base a esto, pues se podría establecer que la edad adecuada para iniciar el proceso de disciplina gira en torno al primer año.

Sucede que al adquirir mayor movilidad e independencia, los niños empiezan una etapa incansable de exploración. Es algo normal. Sin embargo, deben implantarse los límites necesarios, adecuados a su edad, que permitan resguardar su integridad.

Los actos de disciplina deben ir acordes a la expresión corporal

Esto implica que no podemos llamar la atención de los niños con una sonrisa. Es necesario asumir una conducta acorde al momento, preferiblemente una estricta seriedad. Que nuestra expresión acompañe nuestras palabras. Esto logrará aumentar el efecto que queremos conseguir.

Además de esto, es necesario que estemos seguros de que el motivo está ajustado a la realidad. No es recomendable regañar al niño por cualquier situación. Hace falta que se fijen límites y que sean respetados por ambas partes. Asimismo, conviene mantener un ritmo constante, perseverante. Que una pataleta no sea sinónimo de desistir, hacer esto puede traer problemas futuros, tanto para los padres como para los hijos.

No es tarea fácil educar a un niño. El manual de disciplina no funciona en todos los casos, pues cada niño es un mundo en sí. Solo se pueden adelantar ciertas recomendaciones que son más o menos similares a todos los infantes. Sin embargo, lo más importante es conocer que los niños no pueden empezar a disciplinarse después de los 5 años, donde entienden mejor. Deben ser disciplinados desde muy pequeñitos, respetando espacios y sin censurar desmedidamente.


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