¿Debo preocuparme si las veo frecuentemente?
Los ojos son una de las grandes conquistas de la evolución. Miles de millones de años de pequeñas mutaciones han ido conformando una increíble variedad de órganos visuales presentes en infinidad de especies adaptadas a las más diversas situaciones. Nuestros propios ojos son un prodigio de precisión y nos permiten captar casi cualquier minúsculo detalle de la vida diaria.
Sin embargo, y a pesar de su enorme utilidad, nuestros ojos no son perfectos. Nuestra visión tiene multitud de errores que muchas veces nos dan una impresión equivocada del mundo real. No solo me refiero a las célebres ilusiones ópticas que nos engañan con los tamaños, las dimensiones, las distancias o las proporciones, sino que también fisiológicamente nuestros ojos son capaces de ver objetos que no existen en el mundo real.
Uno de estos “errores” son las conocidas como “moscas volantes”, un concepto que proviene del latín -muscae volitantes- aunque científicamente tiene un nombre algo más complicado: Miodesopsias.Esta curiosa clase de objetos volantes, que de repente aparecen en nuestro campo visual moviéndose como si estuvieran vivas mientras nosotros mismos las perseguimos con la mirada, son percibidas por un alto porcentaje de personas, hasta un 70% de la gente según IFL Science, y son resultado de nuestros propios ojos.
Yo mismo los he percibido en numerosas ocasiones así que ha sido una satisfacción encontrarme con la explicación concreta y saber por qué aparecen y a qué son debidas.
Y la respuesta es curiosa puesto que implica, casi en un sentido metafórico o incluso hasta platónico, que lo que nuestros ojos ven cuando aparecen estas moscas flotantes, no son más que sombras que no existen en el mundo real y que se producen en el interior de nuestro propio ojo.
En realidad son impurezas y minúsculas motas que flotan en el líquido que recubre nuestro globo ocular y que se reflejan en nuestra retina proyectándolos de esta manera en nuestra visión.
Cuando nuestros ojos captan la luz procedente del exterior, la sombra de estos pequeños cuerpos oscuros, que se encuentran flotando en el humor vítreo, se refleja y terminan siendo proyectados a través de la retina haciéndonos ver todo tipo de figuras, puntos o filamentos.
Estamos, en resumen, viendo el interior de nuestro propio ojo… impurezas flotantes en el humor vítreo que proyectan su sombra en la retina y que aparecen mucho más claras cuando miramos superficies luminosas y planas como por ejemplo una pared en blanco o el mismo cielo.
La respuesta a esta pregunta es múltiple. En primer lugar debemos saber que el líquido del humor vítreo no se renueva, es decir, lo conservamos durante toda nuestra vida desde el mismo momento en que el ojo empieza a formarse en nuestra etapa embrionaria. Para que nuestra visión sea correcta este líquido debe permanecer transparente por eso contiene células concretas que se ocupan de limpiarlo.
Los restos de pequeñas hemorragias, pequeñas partículas que flotan en él o el deterioro por el irreversible paso de los años hacen que ese líquido contenga microscópicas impurezas que terminan reflejando su sombra en nuestra retina.
Según la National Library of Medicine las miodesopsias no son afecciones oculares graves y son comunes conforme la edad avanza y el líquido vítreo va envejeciendo. Es una de las pequeñas desventajas de hacerse mayor aunque no es preocupante.
Además, nuestro organismo, que es quien paradójicamente causa estos errores visuales, tiene su propio remedio y el cerebro aprende rápido a ignorar estas sombras retinales y en la inmensa mayoría de casos no pasan de ser una curiosidad visual ocasional.
Aun así si en tu caso las moscas volantes son demasiado frecuentes y se alargan en tu campo visual durante demasiado tiempo (se han reportado casos de sujetos que veían miodesopsias durante meses) lo mejor es que acudas a un oftalmólogo.
No existe un tratamiento específico contra ellas pero para casos extremos existe un procedimiento quirúrgico, conocido como vitrectomía, que con sus ventajas y también desventajas, ha demostrado ser efectivo eliminando miodesopsias puesto que sustrae por completo el líquido vítreo cuando está muy dañado y lo sustituye por un gel artificial que mantiene la transparencia necesaria para una correcta visión.