{Foto de Samuel Aranda publicada en el Blog El Supositorio de Vicente Baos}
Hoy termina una convulsiva semana, unos días donde el protagonista del mundo sanitario en España fue un virus importado de África con nombre de rio, que nos está enseñando que no somos tan buenos ni tan guapos como pensábamos.
Entre tanta agitación mediática, improvisación y caos, irrumpe en escena Excalibur, el perro de la Auxiliar de Enfermería contagiada por el virus del Ébola. Los telediarios y periódicos abren un debate sobre la decisión de sacrificar a este animal. Las redes sociales se inundan de seguidores, imágenes y llamamientos para luchar por la vida de este perro. La prensa internacional se hace eco de la noticia y los amantes de cualquier causa se ponen sus mejores galas.
Cuando llega el famoso día D, la televisión retransmite en directo desde el lugar de los hechos, hay gente llorando en la calle y alguno que otro con crisis de ansiedad por el suelo tras conocer la triste noticia del sacrificio. Nunca imaginé que un “españoles, Excalibur ha muerto” pudiera causar tantas emociones.
Y es que en días como hoy, pienso que el mundo cada día está más loco y que tal vez sea yo el que deba buscar otro planeta.
Recuerdo la imagen que publicó un apreciado colega Vicente Baos en su blog El Supositorio (único blog que sigo actualmente), de una niña de raza negra, tendida, sola, en el suelo de un perdido hospital de África, con facies apática similar al grado de deshidratación que presentaba. Parece que espera la muerte, olvidada y alejada de cualquier tour mediático montado por el sacrificio de Excalibur.
Lamento que haya tanta gente que se pueda indignar por el sacrificio de un perro o por una verdad con mayúsculas de un post y tan poca gente que le hierva la sangre por causas que tal vez merezcan más la pena.
Será que tiene que existir gente para todo o quizás que algunos tienen lamentablemente demasiado tiempo libre.
Espero que luego no surja algún mal intencionado lector con ganas de ser protagonista de algo, que piense que este post incita a maltratar a los animales, porque estaría tan equivocado como de costumbre, de cualquier manera, bienvenido sean, porque ya aprendí a bailar bajo la lluvia.
JM Salas – Con Tinta de Médico, diario de un médico de urgencias adicto a la noche.