El impresentable, ultra y casposo partido de Le Pen (hija) ha sido la fuerza más votada entre los obreros galos, los jóvenes y los parados.
La vieja alianza entre una juventud disfrazada de moderna y una clase obrera desencantada con las viejas formas de hacer política que tan nefastos resultados dio en el siglo XX.Alguien lo escribió y yo lo leí una vez: puede que nos hayamos olvidado de la historia, pero es evidente que la historia no se ha olvidado de nosotros. Si lo quieren leer entero, no tienen más que hacer click aquí.Revista Opinión
Muy interesante la reflexión de Iñaki Gil en El Mundo la semana pasada analizando el resultado de los comicios europeos en la circunscripción francesa.