Revista Cultura y Ocio

¿A quiénes admitir en Logia?

Por Ritofrancesmoderno

 

alegoría de la masonería

 

En la edición facsímil del Régulateur du Maçon, nada más abrirla, encontramos las cualidades requeridas en los candidatos a la Recepción o Iniciación, las mismas que resumimos cuando hablamos de personas libres y de buenas costumbres. El querido Régulateur va más allá en sus requerimientos.

“La orden de los Francmasones es una asociación de personas sabias y virtuosas, cuyo objetivo es vivir en perfecta igualdad, estar íntimamente unidas por los vínculos de la estima, la confianza y la amistad, bajo la denominación de Hermanos, y animarse unos a otros a la práctica de las virtudes.

Tras esta definición están la sabiduría y el interés de todas las Logias en no admitir a la participación en nuestros Misterios más que a sujetos dignos de compartir estas ventajas, capaces de alcanzar el objetivo propuesto, y que no hagan avergonzarse a los Masones de todo el Universo.

Así, cuando se trata de la admisión de un Profano, la Logia en la que se presenta debe considerar que va a dar un Miembro a la asociación general, y un Hermano a cada Miembro; que, una vez admitido, los Masones de todo el Universo y de cualquier estado, cualidad y condición, tendrán que reconocerle por tal; que, por consiguiente, está en juego el honor de la Logia, que debe poner interés en la gloria y la prosperidad de la Orden, que este Aspirante sea digno de ser presentado a todos los Masones; es necesario, en fin, que, bajo el testimonio de su Logia, merezca ser acogido por todos los Hermanos, como hombre virtuoso, como su Hermano, que, en calidad de tal, tiene derecho a su amistad más íntima: la Logia que admite a un profano se convierte en garante moral, frente a todos los Masones, de las cualidades que esta admisión debe hacer presumir en él”.


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