Hoy, en el Congreso de los Diputados, se tendrá que votar sobre la congelación de las pensiones, gracias a un olvido del Gobierno que deja a salvo de los vetos una enmienda de Izquierda Unida con la que se propone evitar la congelación.
La sorpresa llegó en el Pleno de Presupuestos del pasado lunes en el Congreso. Una enmienda de Izquierda Unida en contra de la congelación de pensiones se salvó del aluvión de vetos del Gobierno de Zapatero, y tendrá que ser votada esta misma tarde.
El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, se dio cuenta de lo que tenía entre manos y del "olvido" de Moncloa este fin de semana pasado, pero calló. Guardó un silencio monacal, porque el Gobierno tenía hasta el lunes por la tarde tarde de plazo para presentar un veto. Si avisaba, caería el veto sobre su preciada enmienda.
Así que en cuanto empezó el Pleno y se había acabado el plazo para los vetos, IU-ICV repartió su enmienda, que pide retirar 1.500 millones de euros del Fondo de Reserva (conocido como "hucha de las pensiones") para dotar todas las pensiones y esquivar la congelación, restituyendo lo que fue una "conquista social justa".
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, se quedó perplejo cuando se le preguntó sobre este tema en los pasillos, y vino a reconocer que se la habían "colado" al Gobierno. Lo mismo admitieron fuentes del Grupo Socialista. Nada raro en medio de las más de tres mil enmiendas parciales que han presentado los grupos a los Presupuestos. No obstante, el Ministro confía en poder tumbarla.
De esta forma, el PNV y Coalición Canaria, socios de Zapatero en este periplo presupuestario, tendrán que retratarse esta tarde en la votación, algo que querían evitar a toda costa, pues están obligados por su pacto a apoyar al Gobierno, aunque sea en la medida más impopular de todas.
El PP ya ha avanzado su disposición a apoyar la enmienda, e IU e ICV esperan contar también con CiU, BNG, UPN, NaBai y UPyD, los demás grupos con los que firmó la enmienda conjunta contra la congelación de las pensiones que fue vetada.
No obstante, el PSOE cuenta con PNV y CC para sumar una mayoría absoluta que le permita derrotar esta enmienda y estas formaciones están dispuestas a cumplir su parte del acuerdo, según fuentes parlamentarias. Por lo tanto, el Gobierno podrá ver rechazada la enmienda si no tiene sustos de última hora.
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