Revista Música
Pearl Jam – Vitalogy
El disco clave de Pearl Jam, conste digo clave no el mejor, sin el no se podrían dilucidar ni comprender todo el sonido posterior al año ’94 del grupo. Porque la dosis de honestidad administrada en este tercer album es sin duda mas legitimo que lo iracundo de “Vs.” o esa pena honda de “Ten”, porque esta al borde de lo esquizoide y al ser una fotografía tan consciente del momento de la banda, genera la apertura para comprender el ADN sonoro del grupo. Otra cualidad es que este disco las hace de punto de inflexión, es bien sabido que la variedad no es una de las características mas sobresalientes de PJ, y es en Vitalogy, cuando la aparición de recursos menos convencionales hace acto de presencia, para quedarse para siempre… Como escritores hasta el ’93 se les sabia dos tipos de narrativa..la feroz, incombustible y potente y la otra mas deshuesada, acústica y descriptiva mas que avasalladora… Acá le suman un nuevo folio al libro, donde poder irradiar un estilo paranoide, mas divagante y desordenado, mas no por ello menos envolvente.
Este tercer disco carga con el difuso apelativo de experimental, y es cierto , no obstante no es que el rock directo y texturizado que nos habían acostumbrado a oír, hubiese sufrido un cambio radical de personalidad y se tornara en flujos ruidistas o sinsentidos acústicos-electrónicos, que es lo primero que se viene a la mente cuando menciona la palabra experimental, sino que es apenas la inclusión de tres o cuatro temas no convencionales, y por no convencionales me refiero a acordeones caóticos, repetición de frases como un mantra o la auto-descripción de su padecimiento por parte de enfermos psiquiátricos, ello anexado a una disminución de la potencia en pos de una profundidad sónica. Lo cual sin dudas no molesta, es un paso adelante compositivamente hablando, porque temas como “bugs” o “aye davanita”, no es que sean indispensables, mas redondean el concepto paranoico y de oscuridad mental del disco, tal como hiciera Fitter Happier en el Ok. Computer. Otro asunto es que acostumbrados a la relación simbiótica de las guitarras de McCready y Gossard, en esta oportunidad se añaden las seis cuerdas de Vedder, formando un tridente y generando amplificaciones de su propio sonido. No en fuerza, pero si en resonancia insondable.
El disco en si mismo es un viaje algo perturbador a ratos, con sentimientos suicidas, agobio casi claustrofóbico, alimentados por rabia y resentimiento que terminan irradiando pesimismo como nunca antes, el porque de este enfoque negativo, se puede deducir simplemente del tiempo y espacio donde estaba parada la banda, su peor momento en cuanto a relaciones personales, mucho peor que para el disco anterior. La creación de estos temas se dio en mayor parte mientras andaban de gira para la promoción de Vs. Allí en medio del tiempo libre que les quedaba imbuían de espíritu primario los nuevos tracks, por otro lado las relaciones con la prensa se vieron cortadas ante la evidente persecución de esta luego de la muerte de Kurt Cobain, como frases sensacionalistas de … “el rey de los condenados a caído, ya saben a rey muerto, ¿Quién lo podrá reemplazar? Pues quien mas, Eddie es el elegido, te hacemos nuestro rey”. El cuadro sonaba bonito para ello, claro , lo malo es que no tomaron en cuenta que Vedder no estaba dispuesto a cargar con ese muerto, rechazando tamaña oferta y lanzándoles este disco como respuesta, ¿que mas claro?. Y para realzar esta etapa de salmones acrátas, como banda aparte de guardar silencio ante los medios, también cortaron los lazos con Ticket Master, principal encargado de sus recitales, como respuesta a los elevados e injusto precios que ellos pensaban que debían cargar sus fans por asistir a sus recitales… Otro punto mas que sumo en tensión al interior del grupo, ya que en vista de esto si le das la espalda a un grande este tratara de pisotearte como sea, en este caso los recitales disminuyeron notablemente, royendo de a poco las relaciones personales entre los integrantes.
Vitalogy tal vez sea esa bandera bajo la cual se asió la banda en esta guerra contra si mismos, contra lo medios , contra los consorcios, pero sobre todo contra la perdida propia de la libertad que va como regalo con la fama, y en un intento definitivo por eludir tamaño sino, dan un poderoso y definitivo disparo.
Una apertura soberbia baja de manos de Last Exit, un tema donde tanto batería, voz y guitarras van dimensionando un tema suicida, de todas maneras la percusión es el principal (casi tanto como la lírica) justificativo para enarbolar ese apelativo..golpes secos que producen una sensación de preocupación que desaparece con la catarsis vocal del 02:33..me quedo cuando Vedder nos enfrenta con esos.. “Deja que la marea del océano disuelva mi pasado/ deja al sol escalar, oh, y quemar mi mascara”
Se aceleran vertiginosamente las pulsaciones con Spin the black Circle, un tema electrificante en honor a los vinilos (si es medio obvio el titulo), la situación es que un tema tan volcánico y tirado para el lado del punk, da la impresión de ir escalando y saltando una pendiente vertical, los riffs siendo repetitivos plagan de energía, tienen unas arterias muy fogosas que contagian de inmediato de la prisa del tema. Un tipo de canción obligado en los minutos iniciales de todo album de Pearl Jam.
Not for you, es una aplanadora tanto significativa como instrumentalmente, va aplastando al escucha hasta el 2:08 cuando en un vértice le quita un poco de grosor y densidad al sonido, volviéndolo mas sutil, pero en todo el resto de la canción se siente esa sensación de solidez apretujante, como si el mismísimo Vedder apuntara con el dedo hacia ti y te dedicara el titulo de la canción.
Ahondando mas en esa densidad llega Tremor Christ , en un tiempo medio que da el espacio para que el tema desenvuelva el arsenal martirizador que le queda bien a Eddie, de todas maneras al sonar como una marcha ralentizada el tema gana en eso, un sentimiento que va cortando despacito. Ello agregado a la necesidad de Vedder de parecer un Cristo moderno, la corona de espinas le viene de todos modos.
El capitulo quinto corre por cuenta de Nothingman, una dolora pieza de amor naufragado, menos ruidosa, mas intimista, y si bien se siente esa calidez dolorosa al ser un gajo mas reposado, el halito del tema en líneas generales esta demasiado desganado. Entiendo que para reflejar fastidio o carencia de felicidad es necesario reducir un poco el ritmo (no siempre), pero carece de una explosividad emotiva o algo símil, buen tema, no sobresaliente ni mucho menos.
Con Whipping le ponemos nuevamente aceleración al disco, en una canción urgente, aunque con más tendencia al pop disfrazado con electricidad, sin embargo la connotación que le da su contenido cambia totalmente el avalúo del track. La lírica nos sitúa o mas bien nos insinúa el asesinato de un medico que tenia una postura a favor del aborto y por lo visto fue muerto por detractores. Lo sombrío pareciera reinar a sus anchas en cada canción de Vitalogy. Con la aparición de Pry to, se podría dar por comenzada el surgimiento de los temas “experimentales” , que como dije no pasa nada si te los saltas , de hecho ni siquiera se les puede considerar como canciones, pero de todas maneras sirven para complementar la idea del disco, en este caso es asi. La repetición constante de Vedder de la frase..¡la privacidad es inestimable para mi! Puede causar un ligero soplo de angustia, por la crudeza con que lo dice.
Corduroy, es conmovedora, su inicio es muy tenue como una brisa oriental, para dejar entrar lo fuerte del tema luego, sin sonar excesivo, tiene la fuerza en la cantidad perfecta, aparte Vedder con su voz también se siente moderado. ¿Cómo decirlo? Siendo una canción melódica-convencional, recae en ella una chispa que la torna emocionante y en eso la temática tiene mucho que ver. Una angustia apasionada la doma de principio a fin, es secundada por la locura claustrofobica de Bugs, una pieza extraña creada con un Eddie acusando estar rodeado de bichos mientras un acordeón (que compro en una tienda para ver si podía hacer una canción con el y lo intentó, de lograrlo bueno ¬¬) va tornándola muy bizarra. De todos modos su inclusión profundiza más esa sensación de inestabilidad mental del disco, en el sentido del concepto claro. Satan’s bed, es muchísimo mas blanda en cuanto a su ejecución, no por ello muy accesible, tiene una estructura elástica que deja ciertos vacíos en su forma, en definitiva no se siente tan cohesionada, pareciendo un poco insulsa. Como curiosidad, su titulo fue censurado en algunos países, ya saben a la santa iglesia le gusta purgar, xD.
Como ven ya pasando la mitad del disco tenemos canciones muy buenas, otras con retazos de experimentación y canciones que no logran cuajar del todo a oposición de la primera parte que se muestra hasta cierto punto mas convencional o vemos un Pearl Jam más clásico, ya para el trecho final Better man se asoma muy accesible, de hecho la banda para Vs. La desprecio por su aparente aura pop, al parecer al grupo no le gustaba esa accesibilidad del tema, que sin ser dañino se deja oír con una sintonía bien bonita, más no descollante.
Aye davanita, casi un mantra con batería, no mucho mas que decir, exactamente otro recodo para ocultar las perturbaciones, lo bueno es que Inmortality que es su sucesora, nos lleva a la que para mi suena como la pieza mas prístina del album junto a Corduroy, hablándonos de la mortalidad, ese puerto al que navegamos y tarde o temprano debemos desembarcar allí, sin prisas y con la instrumentación justa, al borde de dejarnos en un feliz limbo.
Bueno y el cierre, como uno podría dilucidar (o no también es una opción) es Hey Foxy Mophandlemama, that’s me, que al igual que su confuso titulo son siete minutos de voces de enfermos psiquiátricos reales, un final alternativo y muy oscuro, mas si quieren se pueden quedar con el recuerdo de Inmortality como cierre, para evitar una frase del tema que deja realmente helado por su crudeza.
un disco imperfecto-perfecto, mas esta tan honestamente hecho, que la angustia tanto como ese espíritu de persecución suenan a sinónimo de Vitalogy, las canciones calmadas son como pozos insondables, las rápidas convencen con el sello punk como Spin the black circle, sumado a los cortes experimentales, que irradian o se originan en la atmósfera perturbada del album, sin duda un punto de inflexión y el manual para los siguientes discos. Al parecer los primeros años de Pearl Jam iban viento en popa, tres discos tres maravillas en si mismas… ¿Qué esperan? No solo de Black depende esta banda.