¿Habéis bailado alguna vez funky? A lo mejor sí, aunque quizá no hayáis sido plenamente conscientes de ello.
¿Qué es el funky y de dónde sale?
La primera vez que se tiene constancia de la utilización de esta palabra fue más o menos en los años 50. Existía un tipo de jazz que era conocido como “Funky jazz”, y la cosa fue derivando hasta nuestros días.
La palabra viene del verbo “To funk”. Funky sería un adjetivo relacionado con dicho verbo, que si los tradujésemos sería algo así como “pánico”, “tener miedo”. Si miramos fuentes históricas vemos también que esta palabra se vincula fuertemente con el mal olor, y tiene su lógica: en los locales se podía fumar y los ambientes estaban muy cargados, por lo que poco a poco se fue creando un paralelismo entre los locales mal ambientados y cargados y la música funky.
Las características principales de este estilo son, básicamente, un ritmo muy marcado y un estilo bastante libre que a menudo nos puede recordar al hip-hop. Se trata de hacer movimientos cortados, a contratiempo, etc. Lo más importante es que la gente se fije en ellos, por lo que los bailarines de funky reclaman, con sus movimientos, la atención continua del público observador. Se trata de un ritmo más bien callejero, nacido en las calles de Nueva York.
La evolución del funky
Como ya hemos comentado un poco más arriba, el funky nació en los años 50 y de la mano del jazz. Los orígenes africanos del ritmo se fueron mezclando con el blues y el gospel, haciéndolo cada vez más bailable y más animado.
Uno de los máximos exponentes fue James Brown, ya que impuso algunas innovaciones que poco a poco fueron adoptando otros músicos y otras bandas. Algunos de sus éxitos más destacados fueron “I goy you (I feel good)”, “Cold Sweat” y “Mother Popcorn”, todas ellas de la década de los sesenta. Según entrevistas posteriores, los acompañantes musicales de Brown tardaron un poco en acostumbrarse al cambio de ritmo (pasar del “upbeat” al “downbeat”) pero está claro que lo acabaron consiguiendo y que se convirtieron en un referente en este estilo.
A día de hoy no está muy claro cual es la forma de bailar funky, pues no hay un estilo concreto y marcado. Diferentes grupos han ido evolucionando a partir de allí, algunos tan importantes como Prince o Red Hoy Chilli Peppers. “Funky” es más bien una palabra de carácter abierto para determinar una manera de tocar los instrumentos y una manera un poco libre de bailar. Coinciden todos en que se trata de un tipo de baile que destaca entre los demás por el constante movimiento de pies y de manos y la ropa que suele usarse, más bien de carácter deportivo y que ampliamos a continuación:
¿Qué ponerse para bailar funky?
Pues lo más importante aquí es sentirse cómodo:
- Ropa ancha: los continuos movimientos que requiere este tipo de baile reclaman que la ropa que se lleve no sea muy ajustada, ya que podría limitar sus movimientos.
- Calzado cómodo: siguiendo la misma línea que el caso anterior: el calzado debe ser cómodo, mejor si son zapatillas deportivas para moverse mejor. Al tratarse sobre todo de un baile que se efectúa muchas veces en la misma calle, irá bien si son de suela gruesa, para evitar el desgaste prematuro.
- Aunque no sea del todo necesario, se aconseja que las chicas con el pelo largo (o chicos) se recojan el cabello con una coleta o con una cinta, para que no moleste.
Al ser un tipo de baile tan abierto, no hay ninguna premisa previa. Esta ropa que aquí hemos citado son solo recomendaciones, pero todo variará según el momento, el lugar y la música que este sonando. Debemos dejar que el cuerpo se mueva solo, y ya está.
Por último, comentar que existen muchas versiones de funky. Por ejemplo, en Brasil existe una modalidad que desciende de lo que era conocido como “Miami Bass”, consistente en una mezcla de hip hop y carga erótica en sus movimientos. Estuvo muy de moda en los 80 y los 90. Casi cada zona tiene su especialidad según su contexto y evolución rítmica.