Colección: Planeta Internacional
Traductor: Maia Figueroa Evans
Número de páginas: 384
Dimensiones: 23x15 cm
ISBN: 9788408234760
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Sinopsis:
Jenny desapareció cuando tenía seis años. Doce años después, alcanzada ya la mayoría de edad, provocando un increíble shock entre su familia y la comunidad en la que vivía. Pero ¿se alegran sus padres realmente de que haya vuelto a casa? ¿Por qué su hermano insiste en que esta chica no puede ser su hermana? Parece que Jenny no es quien dice ser, pero, lo que es aún peor, puede que en su intento de encontrar un hogar y algo de paz haya ido a parar a una casa en la que habría deseado no entrar nunca.
Opinión:
No suelo acercarme a la lectura de evasión, pues este tipo de libros suelen estar llenos de tópicos, personajes estereotipados y tramas previsibles. Por mi parte, prefiero libros que traten de ser originales, que me hagan pensar y, sobre todo, que me aporten algo. Mi intención no es resultar elitista, pues concedo que a veces este tipo de novelas son necesarias. En las últimas semanas, había estado tan ocupada que no había tenido tiempo de leer, por lo que tenía el mono y necesitaba un libro que pudiera devorar. A este libro lo único que le pedía era una historia que me enganchara, con una trama intrigante y una prosa sencilla, así como una pizca de originalidad. Y es justo lo que me ha dado.
La trama gira en torno a Kristal, una joven de 18 años que fue secuestrada cuando tenía 6 y que ha escapado de sus capturas y ha regresado a casa. Podría parecer Room, pero esta no es tanto una novela de drama y psique humana como un thriller, por lo que la obra se centra en el misterio que envuelve a Kristal, cuya historia, desde el principio, no termina de encajar, como el hecho de que recuerde tantas cosas de su infancia.Hacer novelas en primera persona por narradores no fiables no es fácil. En este caso está bien llevado y, aunque descubrí el secreto de Kristal varios capítulos antes de que lo revelara, tampoco me parece algo negativo, pues no es el principal giro de guion del libro, ni mucho menos. En general el misterio está bien llevado y durante toda la lectura sentí mucha intriga respecto a la verdad sobre Kristal y sobre sus padres.
Sobre la trama, hay dos cosas que no me han convencido. La primera es que hay un par de conveniencias de guion, como lo de descubrir la contraseña o la hacker. En segundo lugar, no me ha convencido cómo se da la información en varias escenas, pues hay tanto la transcripción de unas sesiones con el psicólogo como del interrogatorio hecho por la policía, que son muchas páginas seguidas y cortan mucho el ritmo. Es cierto que ambas dan información acerca de lo que está ocurriendo, pero me hubiera gustado que, en su lugar, hubiera fragmentos al inicio de los capítulos, cosa que hubiera generado más intrigaSi hay que destacar algo de los personajes es que todos son grises. La gente está atada a sus circunstancias y a veces nos toca tomar decisiones difíciles para sobrevivir. Ese es el caso de los personajes de esta novela. Me gusta que ninguno se salve, que todos hayan tomado en algún momento de su vida una decisión inmoral, pero que al mismo tiempo no dejen de ser víctimas. Lo mejor es empatizar con todos ellos, pues entiendes por qué hicieron lo que hicieron, al mismo tiempo que sientes rechazo por lo que hacen o por lo que han hecho,
Donde más falla la obra, en parte porque no quiere hablar de ello, es en la poca profundidad de sus temas. Los malos tratos y el abuso que padece Kristal durante su infancia solo lo conocemos a través de retazos, superficialmente, como si ella (con razón) no quisiera pensar en ello. Es lógico para el personaje, pero he sentido que se ha cerrado la novela y que no se ha enfrentado del todo a su pasado. Además, ella no es el único personaje que no logra enfrentarse a sus traumas. A eso hay que sumarle que todo el tema del duelo de los padres por su hija perdida, así como el choque resultado de su regreso (el hecho de sentirse desligados de ella, la incomunicación, la alienación) no se tratan porque, por desgracia, los padres no tienen demasiada profundidad. Por último, está el tema del desdoblamiento de personalidad que sufre Kristal, pues tiene que conciliar su presente y su pasado, sus diferentes yos, pero aunque hay alguna escena buena al respecto, tampoco lo trata demasiado.Sé que me estoy quejando mucho, pero la historia me ha gustado. Pretende ser una novela adictiva, con buenos giros, original y de fácil lectura, y todo eso lo consigue. Es cierto que la novela tiene potencial para tratar varios temas como los traumas, el duelo o la crisis de identidad y pasa por encima de ellos de forma superficial, pero es que no pretende ahondar en ello, sino crear una narrativa entretenida, cosa que logra con creces.
Cosas que he aprendido:
- La gente desesperada se puede aprovechar de cualquiera
Y ya para terminar, os dejo con mis avances en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3/5!
Primeras Líneas...