A su majestad y mariachis: ¡Iros!

Somos un pueblo extraño donde el complejo de inferioridad camina o quiere caminar de la mano de lo que ahora el habla de la calle califica como "estar en el centro de la pomada".
'La Europa de los ciudadanos', 'La Constitución Europea', 'El euro, ese gran amor', 'La puerta de Europa' ... los que se dedican profesionalmente a la política en España son y han sido en general “hombres” de poco pensamiento y mucho eslogan. A pesar de que muy pocos sabrán qué es eso de la semiótica de la imagen, alguien les dijo un día que lo importante es la foto, y aún más importante que el que se mueve no sale en ella. Felipe González se la hizo en 1982, Aznar se hizo la suya como bufón de un trío que iba a ir a poner orden en el Islam, Zapatero se la hace ahora cuando, antes que nadie (eso es muy importante), se va a Túnez a dar clases de democracia mientras es cabeza de una corrupta oligocracia de ladrones a la cabeza un francés de origen primigenio, que tiene secuestrada la voluntad popular, aunque más que voluntad es tedio, victimismo e indolencia.
España es un ejercicio de ilusionismo, como ya advirtiera Vallé Inclán y otros muchos que lo han sufrido y lo sufrimos. Nada por aquí, nada por allá... nada es lo que parece. Prospectivistas y analistas económicos ya prevén que pronto, junto con Italia, abandonaremos El Dorado para reunirnos con Filipinas - 'Más se perdió en Filipinas' - y Malasia. La próxima foto ganará en exotismo pero el encuadre estará muy alejado del que forman los países más desarrollados. Hablar del futuro es hacer malabarismos con ficciones, pero sí todo sigue así, sólo Gran Bretaña, Francia y Alemania salvarán la cabeza en aquella ilusión que fue la gran Europa, donde los mercaderes, los que no necesitan financiación ni subvenciones para que les llamen empresarios, sí que lograron grandes beneficios. Aquí sigue creciendo el desempleo y somos el único país de la OCDE que lleva siete meses descendiendo. Y para 'facilitar' las cosas, la coyuntura coincide con un nuevo ejercicio de ilusión y megaburocracia: las dos Españas ideológicas de Machado conviven con otras 17 Españas voraces y muy suyas cada una, con una característica definitoria: la corrupción política más vergonzosa.
Representante de JB en Spain(0 points)