a) Toda verdad remite a otra. De lo contrario, el límite de la verdad sería una no-verdad, en la que aquélla encontraría su comienzo y su fin. Lo falso engendraría a lo verdadero, y lo verdadero a lo falso.
b) Las verdades, pues, sean cuales sean, nos conducen mediante un encadenamiento a la Verdad suprema y absoluta, que es Dios.
c) Afirmar una sola verdad que sea tal, y no sólo de nombre, supone negar el límite que la cancelaría, afirmar la cadena de verdades vinculadas a ella y, por consiguiente, afirmar a Dios.
d) Luego, aunque esa supuesta verdad fuera " Dios no existe", al predicarse como verdad, de ella se sigue que Dios, es decir la Verdad, existe.
e) Pero, si Dios existe, la anterior proposición es falsa, y si no existe también, pues no existe la Verdad ni tampoco las verdades. Luego, de un modo u otro, Dios existe.
En forma:
1. ¬∃x∃y(T(x) ∧ ¬T(y) ∧ V(x,y))
2. ∀x∃y(T(x) → (T(y) ∧ V(x,y)))
3. ∀x∀y((V(x,y) ∧ ¬(∞R)) → (∃z(T(z) ∧ AT(z) ∧ G(z))))
5. ∀x((N(x) ∧ ¬AT) → ¬T(x))
V es vínculo de remisión.
AT es la verdad absoluta.
N es Dios no existe.
1. No es el caso que existan entidades x e y tales que x sea verdadero e y no sea verdadero, y haya un vínculo de remisión entre x e y.
2. Para toda entidad x, existe una entidad y tal que si x es verdadero, entonces y es verdadero y existe un vínculo de remisión entre x e y.
3. Para toda entidad x e y, si existe un vínculo de remisión entre x e y, y no se da un regreso infinito, entonces existe una entidad z tal que z es verdadero, z es la verdad absoluta y z es Dios.
4. Para toda entidad x, si x es verdadero, entonces la verdad absoluta no está limitada.
5. Para toda entidad x, si x es " Dios no existe " y la verdad absoluta no es verdadera, entonces x no es verdadero.
6. Por tanto, Dios existe.