¡A Todo Pedal! Guía para construir ciudades ciclo-inclusivas en América Latina y Caribe

El Quinto Foro Mundial de la Bicicleta, recientemente celebrado en Santiago de Chile entre los días 31 de marzo y 5 de abril, suponía el marco perfecto para la presentación de «¡A Todo Pedal!», la nueva guía para construir ciudades ciclo-inclusivas en América Latina y el Caribe diseñada por el estudio danés Gehl Architects en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Los encargados de su presentación fueron Andreas Røhl, bici-especialista de Gehl Architects y ex-director del Programa de Bicicleta en Copenhague, y Sebastián Lew, miembro de la Iniciativa Ciudades Emergentes y Sostenibles del BID.
Esta guía se propone brindar un instrumento de conocimiento práctico y accesible que ayude a las ciudades y a sus habitantes a promover mejores condiciones para la movilidad en bicicleta, un medio de transporte con beneficios sociales, ambientales y económicos, colectivos e individuales. Partiendo de la base de que en América Latina y el Caribe prima un modelo urbano que da prioridad al automóvil frente al peatón, su objetivo es recuperar la escala humana e integrar la bicicleta en el sistema de movilidad urbana para que cada vez sean más las personas que la elijan como medio de transporte para ir a sus lugares de trabajo, centros educativos u otros destinos.
Para ello necesitamos verdaderas ciudades ciclo-inclusivas que proporcionen condiciones adecuadas para que las personas de todas las edades y niveles puedan desplazarse en bicicleta por la ciudad de una manera segura y agradable. En las últimas décadas varias capitales latinoamericanas como Bogotá, Buenos Aires o Río de Janeiro se han convertido en referentes al invertir en la bicicleta, siendo éste el camino a seguir pues mientras más se promocione, mayor será su uso.
El documento expone tres criterios de calidad complementarios que han de destacar en toda ciudad ciclo-inclusiva: cultura y promoción, diseño de infraestructura e instituciones.
 
Cultura y Promoción
Conjunto de actividades dirigidas a concientizar a la ciudadanía, funcionarios, y otros actores urbanos sobre el valor y los beneficios de la bicicleta, y a remover las barreras que impiden el crecimiento de este modo de transporte.

• Se incluye a todos. La bicicleta es, además de una fuente de recreación, un modo de transporte para todos. La infraestructura responde a las necesidades de aquellos con menos agilidad o experiencia para que todos se sientan seguros. Mujeres y hombres de todas las edades, niveles de ingreso y habilidades la usan para cubrir ciertas necesidades de movilidad.
 
• Se educa y se motiva. Hay programas de educación y promoción dirigidos tanto a ciclistas como a otros actores de la ciudad que buscan aumentar el buen uso y aprovechamiento de este modo de transporte. A través de estos se informa a los usuarios de los servicios y programas a su disposición, las reglas para compartir la vía y se eleva la conciencia de la ciudadanía en general sobre los beneficios y atributos de la bicicleta.
 
• Se respeta al ciclista. La ciudadanía reconoce a los ciclistas como parte integral y positiva de su identidad, asociándolos como sinónimo de calidad de vida. Los grupos de la sociedad civil que representan a los ciclistas son escuchados y juegan un papel importante en la creación de políticas públicas relacionadas con la bicicleta. Este modo de transporte está presente en la conciencia colectiva, y los líderes políticos, especialistas técnicos, organizaciones civiles y el público en general se adueñan y enorgullecen de los avances.

Diseño de Infraestructura
Incluye los criterios fundamentales para diseño de la red de ciclorrutas, consideraciones para la ubicación de estacionamientos para bicicletas, y planeamientos urbanísticos para hacer de la bicicleta un modo de transporte conveniente, seguro y agradable.

• Rutas convenientes. Una red de ciclorrutas que brinda a sus usuarios alternativas directas y legibles para viajar, lo cual hace fácil y conveniente el uso de la bicicleta como modo de transporte. Esta red es continua, minimiza las interrupciones, y gracias a su amplia cobertura e integración con el sistema de transporte público ofrece una opción de movilidad eficiente y atractiva para desplazarse en la ciudad.
 
• Rutas seguras. Un entorno seguro para que lo ciclistas puedan viajar con tranquilidad donde, a través del diseño, las calles minimizan los conflictos entre usuarios de la vía y dan prioridad a los modos sostenibles de transporte como la bici, el peatón y el transporte público. Además, los usuarios de la bicicleta se sienten seguros contra el hurto y otras amenazas a su integridad gracias a un entorno con visibilidad y actividad en la calle.
 
• Rutas agradables. Los usuarios de la bicicleta forman parte de la vida pública de la ciudad, gracias a diseños que integran los espacios dedicados a este modo de transporte con su entorno inmediato. Los materiales son de calidad y se brindan detalles que aumentan el confort del ciclista resaltando su importancia como usuario de la vía.

Instituciones
Se refiere a las capacidades gubernamentales, regu­laciones e instrumentos de financiamiento que deben existir con el fin de planear, ejecutar y monitorear la estrategia para integrar a la bicicleta dentro de las políticas de movilidad urbana.

• Gestión pública. El equipo de gobierno responsable por la movilidad en bicicleta debe tener la capacidad técnica para implementar soluciones apropiadas al contexto de cada ciudad. Este equipo debe contar con las herramientas legales, mecanismos de coordinación y recursos que les permitan apalancar su conocimiento, y comunicar a la ciudadanía sus planes, proyectos y logros.
 
• Regulación. La bicicleta es reconocida como una prioridad en las políticas de movilidad y desarrollo urbano. Existe un marco regulatorio que brinda la autoridad y guía necesaria a aquellos involucrados en la implementación y mejora del sistema. Esta regulación a favor de la bicicleta se encuentra en varios niveles de gobierno, desde el nacional hasta el local, e incluye documentos clave como las normas de tránsito, lineamientos de diseño urbano, planes de ordenamiento y normas de zonificación e incluso requerimientos y acuerdos con la empresa privada.
 
• Financiación y alianzas. Se reconoce que la bicicleta es, después de caminar, la alternativa más económica para mejorar la movilidad en las ciudades y se ve reflejado en las políticas de financiación que priorizan inversiones en este modo de transporte. Existe flexibilidad en los recursos disponibles, permitiendo a los gobiernos locales responder mejor a las necesidades y oportunidades que se presentan en su ciudad al tiempo que se asegura el avance e implementación de los planes a largo plazo. Los esquemas de financiación apalancan recursos del sector privado e internacionales a través de alianzas estratégicas.

Además el final de la guía incluye un cuestionario de evaluación, para que cada usuario pueda analizar si su ciudad es ciclo-inclusiva, así como un amplio listado de herramientas y referencias para aprender de la aplicación en otras ciudades y poder implementarlo después en su propio contexto.
Podéis descargar la guía ¡A Todo Pedal! al completo haciendo clic aquí.
Sabemos que si la gente camina y usa la bicicleta, tendremos una ciudad más animada, habitable, atractiva, segura, sustentable y saludable. Entonces, ¿a qué estamos esperando?
–Jan Gehl.
Créditos de las imágenes:
Imagen 01: Fragmento de la portada de la guía (fuente: A Todo Pedal)
Imagen 02: Consideraciones para el trazado de una red conveniente (fuente: A Todo Pedal)
Imagen 03: Consideraciones para el trazado de una red segura (fuente: A Todo Pedal)
Imagen 04: Consideraciones para el trazado de una red agradable (fuente: A Todo Pedal)