A todos los hombres de mi vida

*Fragmento extraído de TU TE LO PIERDES“No hace mucho que entendí por qué en este momento de mi vida ningún hombre ha llegado tan siquiera a verme despertar despeinada a su lado. Por qué ninguno ha seguido este camino, a hacerme sonreír bonito con los dientes destemplados de amor y a llorar de miedo al confesarle que no quiero perderle nunca. Tampoco se han acercado ni un poco a lo que sería un amor eterno, de pasión insaciable que me diera motivos para desear la eternidad a su lado. Si bien he tenido amores de todo tipo y he disfrutado tanto como no lo he hecho. Ninguno está hoy aquí por una sencilla razón: Ni ellos eran lo que decían ser ni yo era lo que ellos querían que fuera.Tampoco es que hubiese tenido un momento de revelación y enseguida supe el verdadero motivo de mi soltería precoz. Fue difícil, fue doloroso y en ocasiones no quise aceptarlo. Porque una vez o quizá dos o tres llegué a creer que alguno de ellos era mi One and Only que serían tan valientes de superar la muralla que soy y se quedarían y que yo era capaz de hacer que se quedaran. Que eran dignos de ser recordados y archivados como una opción para este momento de infinita desolación del corazón. Tanto fue lo que lloré y juré que no volvería a hacer, tantas veces me desvié de la ruta para llegar “de sorpresa y coincidencia” al lugar done sabía que los encontraría para que al verme me recordaran y de algún modo perpetuarme en sus almas. Tantas botellas de vino y margaritas o mojitos que bebí en su nombre con el firme propósito de olvidarles… tanto, que hoy pierde el sentido y me da hasta vergüenza recordarme tan débil.Sin sentido para el pasado y con todo el sentido para el presente porque al recordarlos uno a uno y ver como se pasean por mis recuerdos de repente llega alguien y me habla de ellos, de lo que ha pasado en sus vidas, de sus intereses de que algunos se casaron y fue un fracaso de que otros siguen buscando en quien encontrarme… todos y cada uno de ellos en su presente ya no encajaría con la que soy. Con la que en este preciso momento intenta recuperar la cordura que le dejó un momento de efervescencia y calor que por culpa de las hormonas creyó que el final de su búsqueda había llegado. Pero esa historia, esa historia es mejor pasarla por el fuego y que no quede ni la ceniza.Y es que ahora mas que nunca me he convencido de que la que ha disfrutado cada uno en cada etapa era la que le correspondía tener, conocer y amar. Sin embargo, a ti que puedes estar leyendome, que tuviste a la quinceañera sin restricciones, que moría por ti, que escapaba a media noche a verte, que no tenía límites y que no se auto-flagelaba tanto como ahora, a ti te digo que te tocó la mejor de todas porque te amó, ella te amó agradecida de que sacaras lo mejor de ella y le hicieras ver lo que significaba para ti por encima de aquello que le causaba dolor.A ti te tocó un corazón con heridas leves y de haberte quedado otra sería la historia…Sin embargo, los demás también se han llevado partes de mi —las que he querido darles— con todos sufrí de algún modo, me rasgué las vestiduras y me tiré a la cama por días enteros y escribí para sacarlos y dejarlos ir y en cada uno dejé una virtud, un recuerdo bonito que los hace inmortales.Y a pesar de que muchas veces quise que se quedaran un poco mas y que me cruzaba la idea de que con todos estos años que tengo iba a ser mas difícil encontrar a quien quisiera quedarse porque con la edad llegan las manías y esa comodidad de ser quien se es ya que la soltería amaña y forja una personalidad que pocas veces se puede domar.Y les aseguro que se han quedado el tiempo justo que evita que empiece a tener dudas, miedos y hacerme líos porque se tardan mas de lo necesario en responder a mis mensajes. Que vivo en una burbuja, todos llegaron a la misma conclusión y es la verdad cruda y sin censura. Me niego a romper mi comodidad por ellos y en últimas ha sido ellos quienes me han demostrado que se acomodan a mi, a mis reglas y filosofía de “amar”.Así que, discúlpenme taconeras, si me he desviado y dedicado mis palabras a los hombres de mi vida, a mis acompañantes entre sábanas. Al llegar a este punto les aseguro que ni ellos ni yo somos culpables de mi presente. El que ha de ser ES y los que fueron no eran y los que no son, NO SON.No suframos por tanto idiota que se atreve a dejarnos plantadas como si fueran amos del tiempo.

En el amor hay que saber nadar para no hundirse.

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