Vosotros, intervalos de tiempo que llega... Rilke
En un mundo donde cada cual vive pendiente la mayor parte del tiempo de su “apparecchio”, en el escenario de movilización total (quizás) sobre el cual nos trata de persuadir y advertir Maurizio Ferraris, los espejos comienzan a no estar de moda; aunque las pantallas, todas las pantallas, sean una cierta manera nada inverosímil de manifestarse también estos. El engaño y la verdad son abarcados indistintamente por ambas creaciones, dice una voz engañosa desde el subsuelo. No de los digitales, hoy omnipresentes, sino de los antiguos, pero no por ello menos abominables por frecuentar con la procreación la multiplicación de los rostros, hablan las 33 aportaciones literarias que constituyen esta excepcional antología a cargo de Andrés Ibáñez. Como en la galería de espejos de la vieja feria, los reflejos resultan confusos. Hay que saber prestar atención al sonido de las imágenes y tomar precauciones, como hiciera in illo tempore Ulises... Por estas páginas, asombrosas, veremos desfilar o emerger: espejos negros, escudos reflectantes, caleidoscopios, prisiones esféricas, puertas a otros escenarios y armas especulares que lanzan rayos de fuego. Relatos, fragmentos mitológicos, “noticias verdaderas”, alegorías gnósticas, poemas, ensayos...incluso varios micropulsos (Goran Petrović) con “lo inabordable” dan cuenta de la variedad de los materiales seleccionados.
espejos negros, escudos reflectantes, caleidoscopios...
Cuento entre las 33 narraciones, maravillosas y bien traducidas, la extensa y bien fundamentada introducción del antologista así como un cuento de Fritz Leiber: Medianoche en el mundo de los espejos que se ha escurrido entre los ángulos, sin duda al encuentro de algún rayo lunar, con la velocidad serpentina de la que hacen gala muchas arañas en las viejas mansiones. Por estas páginas, asombrosas, veremos desfilar o emerger: espejos negros, escudos reflectantes, caleidoscopios, prisiones esféricas, puertas a otros escenarios y armas especulares que lanzan rayos de fuego. Relatos, fragmentos mitológicos, “noticias verdaderas”, alegorías gnósticas, poemas, ensayos... incluso varios micropulsos con lo inabordable dan cuenta de la variedad de los materiales seleccionados. La mirada, la sombra, el doble, el umbral, lo fantástico y lo tenebroso se dan cita en esta antología; cada cual tiene sus gustos y a mí me han resultado especialmente deliciosos los trabajos de, inevitablemente, E.T.A. Hoffmann, Lafcadio Hearn, Angela Carter, el autor anónimo, bendito e inmortal del Himno de la Perla, Isaac Bashevis Singer, Bioy Casares, Danilo Kiš y los inolvidables Hermanos Grimm. No hace falta señalar que no desdeñamos a Chesterton, Lovecraft, Poe, Papini, Lugones etc. No creo que haya lector que no vaya a encontrar en esta antología embriagadora ese relato que le ataña “más que personalmente”, tenga o no que ver con: la Dama, la Utopía, la Noche o el Secreto.Atalanta, 2016Compra en Casa del LibroFrank G. Rubio