Revista Opinión

A Tu Salud

Publicado el 04 octubre 2018 por Carlosgu82

A TU SALUD

Salud dinero y amor, son tres eslabones claves de la vida humana, si alguno falla, fallan los demás, si falla la salud, el dinero se hace esquivo y el amor distante.

En mis años de trabajo como terapeuta física, he compartido a profundidad, las vivencias de mis pacientes y sus familias, he visto como se experimenta un vacío en las entrañas por la impotencia para poder remediar, algunas veces lo irremediable. Cuando la salud se ha perdido, poco a poco se va esfumando el dinero y el amor, pues el cuerpo dañado y en desuso se vuelve materia prima para la miseria y la aflicción.

La salud es un árbol que hay que cuidar con esmero y cariño para que al final de la vida obtengamos frutos de paz, alegría y bendición, muchas vece se reconoce demasiado tarde que hemos descuidado ese árbol, pero ¿cómo cuidarlo en este corre corre en que nos atrapó la sociedad de consumo, la competencia en todas las áreas y la decadencia de nuestra sociedad?

El estilo de vida actual es una trampa en la que hemos caído vertiginosamente, trabajo lejos de la casa que absorbe el tiempo de la familia, a los hijos,  en el mejor de los casos, hay que dejarlos todo el día en el colegio porque los padres no tienen tiempo para dedicarles a ellos, además porque el cansancio les doblega, no hay tiempo para preparar comidas sanas, entones lo más fácil es consumir comida chatarra,   estamos viviendo el ciclo de la carrera de la rata de Kiyosaky donde la urgencia de suplir las necesidades básicas de la familia no nos permite tener una calidad de vida digna con estabilidad emocional, espiritual, familiar y mucho menos física.

Este ritmo de vida es un caldo de cultivo para una sociedad enferma en todas las áreas, física, espiritual y emocional, además las redes sociales le ganaron terreno al deporte al aire libre, (si pudiéramos respirar aire puro) por eso encontramos niños, adultos y ancianos, obesos diabéticos, hipertensos, enfermedades cerebrovasculares, estrés, depresión, etc. todas enfermedades del espíritu del alma y del cuerpo.

Pero ¿cómo retener y mejorar la salud?  Parece sencillo decir, cambiando los hábitos de vida, pero  no puedo quedarme sin empleo,  entonces se debe optimizar el tiempo y no quedarnos diciendo no puedo, no puedo, no puedo porque ese no puedo nos traerá remordimientos cuando la salud se haya ido y tengamos que decir: si yo hubiera comido sano, si le hubiera dedicado más tiempo a mis hijos, si hubiera hecho ejercicios etc. Es ahora, antes de tener que arrepentirnos después, de lo que pudo haber sido y no fue.

Es triste lo que me dijo un médico colega alguna vez: “para qué cuidarse tanto si todos nos vamos a morir”, claro que sí, pero hay una diferencia abismal entre una muerte tranquila después de los 80 o cuando Dios lo quiera y no una larga agonía por no habernos cuidado a tiempo. Todos quisiéramos terminar nuestros días sentados en una hamaca o mecedora con un nieto a nuestro lado contando las historias vividas o inventadas, compartir hermosos momentos con la familia en tu casa en vez de ser en un hospital.

Suenan duro y a veces feo estas palabras, pero sólo estoy contando algunas experiencias vividas en mi diaria labor como fisioterapeuta, no olvides esto, el cuerpo es un templo que debemos cuidar amar y respetar.

Este es el inicio de una serie de consejos en cuanto a hábitos de vida saludables y algunas posibilidades de cambio. Sígueme y entre los dos cambiaremos un poco nuestro mundo. Espera más-


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