Revista Deportes
Yo creo que a Undiano, cuando vio por la noche la repetición le debió dar un poco de corte verse desde fuera, ver a Cristiano tirándose de esa forma tan cómica, que haría reir hasta a los madridistas como él, y seguramente pensó que se le había ido la mano.
Que seguramente pudo encontrar otros momentos para justificar lo que sea que les dan a los árbitros para arbitrar así, hasta rematar de tacón un corner hubiera resultado igual de descarado pero menos ridículo, incluso que pudo haber esperado a la segunda parte y ver si el Madrid ganaba sin ayuda, y actuar si la cosa se ponía fea.
Que hasta para esas cosas hay que disimular un poco. Que a la mujer del César nadie la consideraba decente, pero al menos hacía las cosas en la intimidad y no a la vista de la gente. Aunque fuera por no dejar al César en ridículo delante de todo el pueblo.
El disimulo es un arte, y Undiano está tan acostumbrado a no tener que ejercerlo que ayer se le fue la mano, y puede acabar volviendoseles en contra. Lo sancionaron por ser honesto en un partido(que es la peor de las acusaciones si el Real Madrid está por medio) y decidió en su vuelta no volver a "equivocarse".
El penalti de ayer, como la llave de judo de Benzemá en Málaga, como el fuera de juego en Eibar(visible desde los edificios colindantes) demuestran que han perdido los papeles.
Se saben inmunes, se saben protegidos, saben que cualquier cosa que hagan estará bien vista por quienes reparten las prebendas, y desde el palco donde se reúnen los que mandan en España aplaudirán sus desmanes, se regocijarán con sus "errores humanos".
Yo, si fuera Undiano, me avergonzaría de mi error, pensaría que se me fue el silbato, pensaría que la próxima vez he de hacerlo más disimulado, como si fuera honrado, como si la justicia me importara un poco, como si me hubiera equivocado, que para eso somos humanos.
Pero es que esta vez se les ha ido de las manos. Las lesiones de Modric, ahora de James, y las que van a venir(nadie puede jugar 80 partidos por temporada excepto Cristiano que toma cocido madrileño y hace mil abdominales cada día) han puesto en guardia a todo el colegio arbitral, los han puesto en alerta roja, los han movilizado y ya no piensan ni en los niños que en su inocencia, aun creen que esto es un deporte y que el árbitro imparte justicia.
Y eso que la RFEF y la LFP se han propuesto(o eso dicen) acabar con los ultras y con los insultos que despierten odio(se ve que Undiano ayer tuvo un ataque de sordera), y una forma ideal de evitarlo es obligar a los árbitros a que arbitren con justicia y a que vuelvan a hacernos creer que son honrados.
Esta liga empieza a dar mucho asco, produce repugnancia ver cada semana el mismo robo,ver que lo único que cambia es el rival, que lleva más penaltis un mismo equipo que casi la suma del resto, y que nos va alejando del televisor porque, como en el dia de la marmota, cada partido es un calco del anterior, y porque las apuestas ya ni pagan que Cristiano marque un gol de penalti porque es tirar el dinero.
El penalti de ayer, por ridículo, puede acabar despertando a algunos y hacerles temer por su sillón, y esa es la única esperanza.
Undiano, ten cuidado. Recuerda lo de la honra y los barcos. te puedes quedar sin ambas.