Revista Internet

A veces es bueno que la tecnología “nos aleje”

Por Fransanlag @fransanlag

En una magistral ponencia (sí, en el congreso Medicina 2.0), Hege Andreassen mostró una visión diferente a la que estamos acostumbrados cuando pensamos en telemedicina.

Siempre pensamos en la eSalud, la telemedicina y la tecnología como una forma de crear cercanía en la distancia… y esto es totalmente válido, pero no es la única opción… a veces, es bueno que la tecnología nos mantenga distantes.

Hege puso el ejemplo de una niña pequeña con una rara enfermedad en la piel. Había pasado toda su vida entre hospitales, mostrando su cuerpo a desconocid@s y terminó odiando todo eso. Cada vez que le tocaba ir, se enfadaba, lloraba, se escondía… tanto ella como sus padres pasaban un mal rato.

No recuerdo bien ahora cómo contó que empezó, pero, poco a poco, los padres empezaron a usar la tecnología para evitar esas visitas a los hospitales. Usaban el correo electrónico y la mensajería instantánea con el médico de la niña para ir manteniéndolo al día de su evolución, preguntarle dudas y plantear cambios en el tratamiento. Aprovechaban los baños de la niña para hacerle fotos a las lesiones y enviárselas. De forma natural empezaron a utilizar la videoconferencia y, al poco tiempo, la niña empezó a participar activamente en sus consultas virtuales. No siguió hablando del caso, pero no me extrañaría nada que, con motivo de este alejamiento que debemos agradecer a la tecnología, la niña consiguiera superar su trauma con los hospitales y l@s profesionales de la salud.

Esta anécdota me recordó el día que estuve en la presentación de una herramienta para la telerehabilitación de rodilla. Con ella, la persona que se tiene que rehabilitar, hace ejercicios en casa monitorizado por unos dispositivos que envían la información del ejercicio al fisioterapeuta.

Los argumentos a favor que más se plantearon en la discusión rondaban lo económico: ahorro de consultas, ahorro de traslados en ambulancias… pero yo también estaba pensando en otra ventaja: el poder ofrecerle a aquellas personas que lo desearan, la posibilidad de rehabilitarse en casa. Ya fuera porque el ir a rehabilitación interfería con su vida o, simplemente, porque le apetezca más hacerlo en la comodidad de su hogar.

Como podemos ver, los usos que se le puede dar a la tecnología pueden llegar a ser sorprendentes. Alguien puede diseñar un dispositivo con un fin y luego, las personas que lo usan a diario, le pueden dar mil usos diferentes. Tenemos varios ejemplos en el teléfono móvil… ¿creéis que quién lo inventó pensó alguna vez que se convertiría en una linterna para encontrar la cerradura de nuestra casa cuando se apaga la luz del pasillo?

Resumiendo, no basta con que nos intentemos poner en el lugar de l@s usuari@s, DEBEMOS preguntarles, hacerlos partícipes, involucrarl@s… en definitiva, diseñar CON ell@s.


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