A veces quieres gritar pero no puedes, a veces, necesitas hablarle a una persona, decirle qué está pasando, y que te ayude a pararte. No os pasa que cuando ésto ocurre te asustas? Me asusta más saber que quiero que alguien me escuche que el hecho de tener un problema: Porque soy rara, porque yo soy a la que la gente le cuenta sus problemas, no al revés. A veces me gustaría llamar por teléfono a alguien (que yo odio hablar por teléfono, eh!) por ejemplo, pero no me atrevo a hacerlo, porque entonces pienso que como yo en la vida real odio hablar por teléfono, el resto de las personas tienen sus cosas, su vida, sus problemas, y al fin y al cabo, seguro que mis problemas son una mierda para el resto de personas y que tampoco les importarán mucho, así que me paso 2 horas mirando el móvil y pensando en que debería de llamar a alguien y gritarle, es sólo que nunca me atrevo a hacerlo, y entonces pienso que muy bien, definitivamente aparte de estúpida soy cobarde.
Soy una espectadora de todo el desastre en el que se ha convertido mi vida, es como esas pelis en las que coches se ponen a arder delante tuyo y tú no puedes hacer nada por apagarlos, arden y te asustan, sin más. Me repito mucho en éste blog, pero es mi blog, y es así como me siento, y no me sirve que alguien me diga que maneje bien mi vida, porque eso no se maneja, me siento una espectadora, estoy esperando a algo, algo que no sé qué es, hasta consumirme.
Y siempre todo se convierte en una espiral, y no sé, hoy solamente quería apagarme y dormir. Y llamar a alguna persona, pero no lo he hecho, porque a veces, me aterra contar mis problemas en voz alta porque es como “admitirlos de verdad”. A veces, sólo quiero desaparecer.