
La antigua prodigio del piano Nastya Kashnikov solo quiere dos cosas: terminar el instituto sin que nadie conozca su pasado y conseguir que el chico que se lo arrebató todo -su identidad, su espíritu, sus ganas de vivir- pague por lo que hizo. La historia de Josh Bennett no es ningún secreto. Cada persona a la que ha amado ha sido arrancada de su vida, y a los diecisiete años no le queda nadie. Ahora lo único que quiere es estar solo. Y parece que la gente comprende que no necesita compañía. Todos excepto Nastya, la misteriosa chica nueva del instituto, que poco a poco irá acercándose a él. Pero cuanto más llega a conocerla Josh, mayor es el enigma. A medida que su relación se intensifica, las preguntas sin respuesta salen a la luz y él comienza a preguntarse si alguna vez sabrá quién es Nastya en realidad, o incluso si quiere descubrirlo. El mar de la Tranquilidad es una historia profunda y emotiva sobre el milagro de las segundas oportunidades.

En realidad, morir no está tan mal cuando ya lo has hecho una vez.
Y yo lo he hecho.
Ya no tengo miedo de la muerte.
Tengo miedo de todo lo demás.
El libro está narrado en primera persona siguiendo la perspectiva de Nastya y Josh de manera que logramos conocer a fondo la melancolía y tristeza de ambos personajes.
Nastya es una chica que a los quince años lo perdió todo y tres años después aún no logra recuperarse así misma. Ella está llena de rencor, coraje, odio, tristeza y lo único que quiere es que la gente deje de tratar de arreglarla pues sabe que está destrozada y no le queda otro camino que seguir destrozándose.
Nunca en todos los libros que he leído me había topado con una protagonista como Nastya, ella es grosera, malhablada, sarcástica, enojona y terriblemente intimidante. Ella prefiere que la gente vea su físico antes de que vean dentro de ella, pero debajo de toda esa ropa de chica fácil y maquillaje barato, Nastya sigue siendo aquella chica de 15 años que fue violentamente atacada.
Por su parte Josh es un chico de 17 años que desde los 8 años ha ido perdiendo poco a poco a todos aquellos a los que ama. Josh ha pasado por todas las etapas del duelo, enojo, frustración, rencor y ahora mismo simplemente ya no le importa. Todos los sentimientos y miedos que Josh va demostrando a lo largo del libro me han llegado a un punto personal y es por eso que me fue mucho más fácil conectar con él y apreciar más historia.
La gente que nunca ha tenido que pasar por ninguna mierda siempre asume que saben cómo deberías reaccionar al haber visto destruida tu vida. Y la gente que sí ha tenido que pasar por mierda piensa que deberías superarla exactamente de la misma forma que ellos. Como si hubiera un manual para sobrevivir al infierno.
La relación de Nastya y Josh es de esas relaciones que tanto me gustan, o sea una relación que evoluciona a un paso lento que le da oportunidad al lector de meterme más en la historia y disfrutar aún más. Pero más allá de su historia de amor, lo que de verdad he disfrutado es ver como ambos personajes aprenden a lidiar con sus demonios con la ayuda de otro, porque aunque ambos dudan a la hora de compartir sus traumas, de una forma indirecta son el pegamento del otro que les impide romperse por completo. Ellos pueden decir que simplemente están lijando madera pero ese acto representa mucho más.
Y aunque definitivamente Josh y Nastya son mis personajes favoritos, debo hablarles de Drew, el mejor amigo de Josh que tiene un papel muy importante a lo largo de la historia. Drew sin duda me cautivo con su actitud de golfo que al final no ha resultado más que una máscara para ocultar algo más importante. Cada que Drew abría la boca y lanzaba alguna insinuación sexual y Nastya respondía con algo peor, yo moría de risa y quería más de su extraña relación.

Josh me examina durante un minuto, asimilando mi apariencia como si estuviera buscando la respuesta a una pregunta que no ha formulado. Su saludo consiste en una palabra:
-Sol.
El mío consiste en ninguna palabra.
La escritura de Katja es detallada, cuativadora, delicada y prácticamente mágica. Quizá al principio cuesta un poco la lectura pues inicia de una manera un tanto lenta pero conforme las hojas van pasando la autora te va envolviendo en un mar de sentimientos del cual ya no querrás salir.
Y el final… no tienen idea de lo mucho que ame ese final pues con solo dos palabras la autora logró darle un hermoso significado a su historia.






