Detesto los melodramas, y más cuando adquieren caracteres esperpénticos. Hoy, 1 de octubre, día en que una parte de mis conciudadanos se manifiestan y reniegan de su patria común, confunden y mienten a otros españoles con el uso y abuso de conceptos como soberanía, democracia, ciudadanía, pueblo, país, patria, gobierno, nación y Estado, conceptos que sin duda se merecen un mínimo de respeto y rigor cuando se emplean, me gustaría reivindicar a esa España que a todos nos acoge y ampara. Sin vergüenza alguna y con orgullo.
Hace un tiempo, durante varios meses, subí a Desde el trópico de Cáncer lo que algunos de los más grandes poetas españoles contemporáneos han dicho sobre su patria común, sobre la nuestra, sobre España.
Gabriel Celaya (1911-1991), fue uno de ellos. Nacido en Hernani (Guipúzcoa) estudio en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde conoció a Federico García Lorca y otros poetas de la época que lo encaminaron a la poesía social o comprometida, como Blas de Otero o Eugenio de Nora. En 1986 obtuvo el Premio Nacional de la Letras Españolas. Murió en Madrid en 1991. Les dejo con su poema "España en marcha".
ESPAÑA EN MARCHApor Gabriel CelayaNosotros somos quien somos.¡Basta de Historia y de cuentos!¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda a sus muertos.Ni vivimos del pasado,ni damos cuerda al recuerdo.Somos turbia y fresca, un agua que atropella suscomienzos.Somos el ser que se crece.Somos un río derecho.Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.Somos bárbaros, sencillos.Somos a muerte lo iberoque aun nunca logró mostrarse puro entero y verdadero.De cuanto fue nos nutrimos,transformándonos crecemosy así somo quines somos golpe a golpe y muerto a muerto.¡A la calle!, que ya es horade pasearnos a cuerpoy mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.No reniego de mi origenpero digo que seremosmucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.Españoles con futuro, y españoles que, por serlo,aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.Recuerdo nuestros errorescon mala saña y buen viento.Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.Vuelvo a decirte quien eres.Vuelvo a pensarte, suspenso.Vuelvo a luchar como importa y a empezar por lo queempiezo.No quiero justificarte
como haría un leguleyo.Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.
España mía, combate
que atormentas mis adentros,para salvarme y salvarte, con amor te deletreo.
Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: nos vamos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
HArendt
[email protected]La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)