Una investigación publicada el año pasado prolongó el
cultivo in vitro de embriones humanos hasta aproximarse al día 14 de desarrollo. El
artículo vino acompañado de un comentario que hacía una suave presión para que
se relaje el día 14 como límite del cultivo in vitro.
Mary Warnock, autora de la
idea del día 14 (que se plasmó en la ley inglesa gracias a un informe de la comisión
que ella presidió), a la vista de la nueva corriente de opinión, ha publicado un
artículo en BioNews en que se muestra firme partidaria de mantener
dicho día 14. Resulta interesante para ver los argumentos que emplea (como la necesidad de
una solidez legal, o no caer en la pendiente deslizante, dentro de un ejercicio notable de
retórica), y se ve que su postura es frágil: no se sostiene sin una afirmación más sólida
sobre la naturaleza del embrión (que, además, haría peligrar el propio día 14).
Se pone de manifiesto una vez más lo endeble del argumento del día 14. Hasta mis alumnos más torpes saben que con la fecundación comienza una vida humana, a la que solo le falta tiempo para desarrollarse, no digo para convertirse porque ya lo es en un ser vivo perteneciente a la especie Homo sapiens. Como es sabido, El término preembrión es un concepto
recientemente incorporado por algunos científicos al debate bioético con
intención de diferenciar los primeros 14 días de desarrollo del embrión
o cigoto humano del resto. Pero el término de científico no tiene nada.