Revista Opinión

A vueltas con la conquista de America

Publicado el 02 agosto 2019 por Carlosgu82

A vueltas con la conquista de America

Hace unos meses, casi coincidiendo con mi “aterrizaje” en esta plataforma, en mi cuarto artículo más concretamente, no pude contener la indignación que me produjo la lectura de un artículo escrito por wowsislack bajo el título “Disculpas por la conquista de América”, y me faltó tiempo para replicarle en el mismo.

No es mi interés, ahora, volver sobre el mismo, pues creo que en él dejé, meridianamente claros, los argumentos que me han llevado a concluir que España, o, mejor, la corona de Castilla, no llevó a cabo genocidio ninguno en América; sin embargo, siempre me ha intrigado qué es lo que puede llevar a alguien a escribir infundios contra su propio país, es decir, qué es lo que, en el caso de Historia de nuestro país, puede llevar a un compatriota a “escupir hacia arriba”, es decir, a “tirar piedras sobre su propio tejado”, falseando la misma para dejar a España en mal lugar. Yo no entendía qué beneficio era el que los progres de izquierda, y valga la redundancia, creían extraer del hecho de “poner a España a la altura del betún”, cuando de la conquista de América se habla, pues a ellos les falta tiempo para hablar de “genocidio” y de los abusos que los conquistadores llevaron a cabo sobre los indígenas americanos, hasta que, ayer, leí una entrevista, realizada por el periódico El Mundo, al historiador Juan Eslava Galán, que, recientemente, ha publicado un libro titulado “La conquista de América contada para escépticos”, siendo el titular que encabezaba dicha entrevista, el que sigue: “La izquierda ignorante acepta que cometimos un genocidio en América”.

En esa entrevista, el señor Eslava aducía que en España es muy típica la aplicación de “la ley del péndulo” y así, si, durante el régimen franquista, se ensalzó la figura de los conquistadores; del Cid; de don Pelayo…personajes que parecían encarnar aquellos valores en los que los españoles debíamos de inspirarnos (la valentía, el arrojo, el desprecio a la propia vida en pos de unos ideales, el sentimiento de pertenencia a una nación…), en la España actual, en la que se vive lo que es una dictadura progre en la que se intenta, por parte de la izquierda, que casi ostenta el monopolio de los medios de comunicación audiovisuales, imponer, a través de los mismos, una imagen absolutamente despreciable de Francisco Franco (cada vez siento más admiración por este hombre), siendo así que no solo se trata de desprestigiar a la figura del propio “dictador”, sino de todo aquello que pudiera evocar su régimen y es así que esa izquierda cainita, y sectaria, trata de menospreciar nuestra bandera, nuestro himno, nuestra lengua…y nuestros numerosos, y muy heroicos, personajes históricos. Es decir, que es tal el odio que la figura del general Franco suscita en la izquierda, que esta quiere demonizar no solo su propia figura, sino todo aquello que haya podido tener relación, directa o indirecta, con él y así es que si, durante el franquismo, se ensalzó el descubrimiento, y la posterior conquista de América como hechos de los que sentirse orgullosos, la izquierda quiere convencernos, ahora, de todo lo contrario, de que fueron acontecimientos de los que hay que sentirse profundamente avergonzados.. Y lo que está consiguiendo es justo el efecto contrario, pues somos muchos los españoles que, a partir de que el nefasto Jose Luis Rodríguez Zapatero comenzara con toda esta campaña de desprestigio y de resurrección de ese odio entre “las dos Españas”, porque a este individuo que no se sabe si es más imbécil que malvado, o lo contrario, le convino para distraer la atención de temas que no supo resolver, hemos empezado a informarnos sobre lo que realmente sucedió durante los años treinta del siglo pasado.

A mí, particularmente, siempre me ha interesado la Historia, pero tengo que confesar, con mucho rubor, que me ha interesado mucho más la Historia Antigua, la Historia del Antiguo Egipto o de la Roma Imperial que la Historia de mi propio país; pero también he de reconocer que, a medida que he ido ahondando en nuestra Historia, mi interés ha ido creciendo, pues la misma no tiene nada que envidiar a aquellas otras que antes centraban mi atención. Y leyendo sobre nuestra Historia, he llegado a las siguientes conclusiones:

1.-Nuestra Historia es apasionante; enormemente interesante y plagada de capítulos de lo más emocionantes y heroicos. Solo así se explica el hecho de que España hubiera sido capaz de construir el mayor imperio conocido hasta el momento.

2.-Tenemos motivos más que sobrados, basados en ese pasado nuestro, para sentirnos orgullosos de ser españoles. Yo, hasta hace poco, hasta que, como ya he dicho, he empezado a informarme, un poco más sobre nuestra Historia, fundamentalmente sobre lo acontecido a partir de finales del siglo XV, me sentía orgulloso de ser español porque consideraba que, como español que soy, tenía la obligación de sentirme orgulloso de serlo por el mero hecho de haber nacido en España, de padres españoles, pero, de un tiempo a esta parte, he llegado al convencimiento de que, siendo objetivo, no me queda más remedio que estarlo, porque es nuestra propia Historia la que así me lo exige, pues ningún país del mundo ha tenido una Historia comparable a la nuestra, ni siquiera Inglaterra (o Gran Bretaña).

3.-España vivió tiempos de mucho peligro durante los años de la Segunda República, y de no haberse producido el Alzamiento, o de haber ganado el bando republicano la guerra civil, nos hubiéramos convertido en un país satélite de la antigua URSS; hubiéramos tenido que entrar, sí o sí, en la Segunda Guerra Mundial, del lado del bando aliado; los alemanes nos hubieran invadido “en un pis pas”, pues si ocupar Francia les llevó un mes, a nosotros no les hubiera llevado mucho más tiempo hacerlo (o quizá sí; en este apartado ya tengo mis dudas, debido a este espíritu heroico que siempre ha acompañado a nuestro pueblo); a pesar de haber resultado vencedores en la Guerra Mundial no nos habríamos podido acoger a las ayudas del Plan Marshall, puesto que la finalidad del mismo era la construcción de una Europa próspera para evitar la propagación del comunismo, así pues, los países conocidos como pertenecientes al “Telón de Acero” (y España hubiera formado parte de ese bloque, en caso de haberse producido una victoria republicana), no podían acogerse a dicho plan; nos hubiéramos visto inmersos en un atraso de muchos años y solo nos hubiéramos visto libres del yugo soviético casi cincuenta años después, como muy pronto, con motivo de la Perestroika impulsada por Mijail Gorbachov, a partir de 1985. Por otra parte, vistos los antecedentes y el perfil de los personajes que hubieran dirigido los destinos del país, en caso de haberse producido una victoria republicana, no me cabe ninguna duda de que la represión hubiera sido feroz, teniendo como uno de los objetivos prioritarios de la misma a todo lo relacionado con la Iglesia; seguramente ahora estaríamos hablando de millones de muertos, no de los veintitrés mil que ajustició el régimen franquista, o de los ciento y pico mil, de los que habla la izquierda, porque incluye en esa cifra a los desaparecidos en combate.

4.-La figura del general Franco fue fundamental para evitar que, todo lo apuntado en el apartado anterior sucediera, de ahí el odio que su figura suscita en la izquierda, que vio frustrado ese “maravilloso” escenario por su culpa. Y que la propia izquierda es la que, alimentando ese odio, se está encargando de agrandar aún más su leyenda.

5.-Lo nefasto que ha sido el PSOE en la  más reciente Historia de nuestro país, pues, a pesar de la gran campaña de manipulación que está llevando a cabo para tratar de imponer “su” verdad sobre lo realmente acontecido, no va a conseguir hacerlo porque la Historia es la que es y, en este caso, todos esos hechos están muy documentados. El PSOE fue el verdadero culpable de que estallase la Guerra Civil llevando a cabo una persecución ideológica y religiosa que llevó al convencimiento, a la mitad de los españoles, de que si no hacían algo para evitarlo, perecerían a manos de la otra mitad.

6.-La enorme importancia que tuvo el descubrimiento, y la posterior conquista de América, y más teniendo en cuenta cómo se llevó a cabo esta, sin que la corona de Castilla llegara a enviar, nunca, un ejército a tierras americanas. Esa descomunal labor fue realizada gracias al valor, y a la inteligencia, de hombres que estaban hechos “de otra pasta”.


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