En estos tiempos que en todo el mundo anda dando sartenazos con el tema masónico siempre es un placer leer a un autor tan lúcido como Charles Porset, importante masonólogo francés y miembro del Gran Oriente de Francia (GOdF), y que noste que no estoy haciendo ninguna revelación secreta , ni estoy violando ninguna directriz, pues como él mismo confiesa por boca y pluma su membresía masónica así para poder jugar la partida dialéctica sobre la masonería enseñando las cartas sobre la mesa.
Y leerlo es un placer porque tioene la virtud de situar las cosas en términos muy racionales, huyendo de las paternidades y maternidades al uso en masonería nos dice: "Nadie niega que la masonería sea un invento inglés, pero el árbol no debe esconder el bosque y el historiador tiene que constatar que las distintas masonerías continentales que se han desarrollado desde 1720-1730 han adoptado formas específicas, nacionales que no por ello más ilegitimas que la masonería de los Antiguos que se desarrollará en Inglaterra" Por eso habrá que preguntarse acerca de esa manía de algunas Obediencias "regulares" de anatemizar a las "otras masonerías" a las denominadas liberales o adogmáticas o mixtas, denominándolas sucedáneos masónicos, y co-masonerias, puesto que hoy tiene poca explicación agarrarse al clavo ardiente de la tradición y la regularidad que algunas Obediencias se abrogan, pues resulta que sese agarrarse a ese clavo deja una extraña marca de dogmatismo poco deseable en el siglo XXI.
Y además pregunto ¿ 276 años de singladura "singular" que desarrollan algunas masonerías no constituyen todo un aval...y un marchamo masónico de reconocida solvencia? O lo que importa es la partida de bautismo que da "regularidad" y marchamo, y luego que el sol se ponga por Antequera. Porset, toca otro tema capital en la francmasonería como es la transición de la masonería operativa y la especulativa y nos comenta en su trabajo "La masonería: de la leyenda a la historia. Observaciones historiográficas" : El tenue lazo que parecía ligar las Old Charges a la masonería de 1717 se ha roto y hoy parece claro que las referencias al Craft han sido tomadas prestadas en su conjunto y que, por consiguiente, el Arte Real no mantiene sino una relación metafórica con el arte de los constructores de catedrales. Ahora, debe insistirse sobre todo en el carácter de una Institución cuya paternidad da testimonio de la lucidez de sus inventores".
A esta tema suma otro más polémico, el tema de la Iniciación, tan mitificada como manida, porque está claro que el masón no se hace con la Iniciación, es un rito de paso, que le marca pero no le llena de un Áurea súper masónico, o de raros desarrollos místicos, sino quele da la ocasión d etrabajar en su propia autoconstrucción, en crearse "su ser y su estar" en la logia en la que es recepcionado, lo que supone toda una luz que tiene todo un proceso autoformativo de largo y denso desarrollo, tanto como cada uno loo prefiera. Porset, en este campo nos explica que en los textos fundamentales de la masonería no se habla de Iniciación, y cuando se utiliza esta utilización es muy tardía, y además prestada, y de ahí saca la conclusión de que la misión principal de la masonería no es proteger el secreto de los toques, gestos y palabras, sino penetrar en la sociabilización ciudadana y dar la luz, pero esta no una luz esotérica y cuasi moncala, sino aquella que nace del debate interno de la dialéctica masónica que se desarrolla en la logia durante las tenidas.