Revista Comunicación
BUSCO EN EL diccionario de la RAE, como hizo Zapatero en la sesión de control al gobierno, y me encuentro con estas dos acepciones de la palabra rebelión: 1) Acción y efecto de rebelarse y 2) Delito contra el orden público, penado por la ley ordinaria y por la militar, consistente en el levantamiento público y en cierta hostilidad contra los poderes del Estado, con el fin de derrocarlos. Estoy seguro de que, con su levantamiento en armas a cuenta de la subida del IVA, Esperanza Aguirre no pretendía derrocar al presidente del gobierno sino conseguir el efecto mediático al que tan hábilmente nos ha conducido.
Vuelvo sobre el asunto porque, cuestiones semánticas aparte, la presidenta madrileña ha dado argumentos sobrados a Zapatero contra Mariano Rajoy. ¡Las vueltas que da la política! Horas después de que el Congreso de los Diputados rechazase por un puñado de votos el intento del PP de frenar la subida del IVA, al presidente del gobierno le faltó tiempo para esañarse con Rajoy por no llamar a capítulo a Aguirre. Si se me permite la frivolidad, la actitud de la presidenta madrileña me ha recordado estos días la letra de aquella cansina canción de una tal Jeanette que nos susurraba "yo soy rebelde porque el mundo me ha hecho así".
Como dijo la vicepresidenta Elena Salgado, si para llegar al Palacio de la Moncloa Mariano Rajoy tiene que pasar por el kilómetro 0 el camino se le puede hacer muy largo. "Al paso que les marcan desde la Puerta del Sol, van a tardar muchos años en llegar a su destino", remataba Salgado. El PP se lanzó a la yugular del PSOE por lo del IVA y los socialistas, además del papelón de Aguirre, se han revuelto recordándole a Rajoy el "basurazo" y el "catastrazo" del alcalde Gallardón. En fin, que acudo al rico refranero español para recordar que "donde las dan las toman".