Si os toca en breve revisión en el pediatra, y has decidido poner la vacuna de la varicela o te toca segunda dosis de la vacuna y resides fuera de Madrid, Navarra,Ceuta y Melilla va a ser una misión imposible que consigas hacerte con la vacuna.
Hace 9 meses vacunamos a mi hija pequeña de Varicela, ahora nos toca la segunda dosis y no podemos hacerlo.Esta vacuna está financiada en las comunidades autónomas de Madrid y Navarra, donde entra por la seguridad social. En el resto de España sólo se financia para los niños que llegan a los 12 años sin haber pasado la varicela, que son una minoría.
Así que los padres que quieran o ponerla antes, es decir, a partir de los 12 meses que es cuando se puede empezar la vacunación, tienen que comprar la vacuna en la farmacia y acudir al centro de salud donde se le administraba, esto permitía que un gran número de niños se pudieran vacunar, a pesar de no formar parte del calendario a edades tempranas.Ahoraya no existe esa posibilidad. Según la Asociación Española de Pediatría en los últimos meses se están teniendo muchos problemas para poder adquirir la vacuna en las farmacias. Este hecho es insólito, y se debe a un bloqueo de la distribución de nuevas partidas de la vacuna por parte de las autoridades sanitarias encargadas de la regulación de los medicamentos, es decir, el Ministerio de Sanidad.
Aunque eso sí, se insiste que el desabastecimiento no obedece a ninguna razón de seguridad o de falta de eficacia de esta vacunación. Este problema no está ocurriendo, de momento, en Madrid, Navarra, Ceuta y Melilla, donde sí siguen disponiendo de la vacuna en las farmacias.
El Ministerio ha bloqueado los lotes destinados a las oficinas de farmacia de Varivax, la vacuna producida por los laboratorios Sanofi, la única autorizada en España de venta en farmacias para esta enfermedad contagiosa, porque considera que se está abusando de ella. El bloqueo lo hacen basándose en la ficha técnica del medicamento en la misma se advierte literalmente que “su uso debe estar basado en las recomendaciones oficiales”.
En un documento de distribución restringida elaborado el 30 de agosto, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMP) fija su postura. Destaca que la gravedad de la enfermedad se centra cuando cursa en la edad adulta. Es entonces cuando se dan las “mayores tasas de hospitalización (hasta 13 veces mayor en adultos de más de 20 años que en niños de 5 a 9 años) y de letalidad (hasta 25 veces mayor en adultos que en niños de 1 a 4 años)”. De ahí la decisión, de acuerdo con una recomendación del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) de 2005, de vacunar solo a partir de los 12 años a quienes no se hayan contagiado aún, con la excepción de grupos de riesgo (pacientes con enfermedades crónicas, inmunosuprimidos). Y de impedir la distribución de la vacuna en farmacias, excepto en Madrid o Navarra.
Lo cierto es que existe un conflicto entre el laboratorio y Sanidad. Ya que, mientras el primero asegura que a mediados de julio recibieron una carta de la Agencia Española del Medicamento (Aemps) que, de acuerdo con Sanofi Pasteur MSD, afirmaba que «no nos iban a autorizar producto para el canal farmacia»; desde la cartera de Mato desmienten esta misiva y explican que la empresa tiene problemas de stock.
Cada vez las informaciones son más contradictorias, y eso nos produce desconcierto a los padres. Se supone que un pediatra nos ha recomendado la vacuna, y eso que en mi caso tuve dudas e incluso tengo amigas que han recibido "broncas" por no poner la vacuna. Y desde el Ministerio de Sanidad afirman todo lo contrario . ¿ Quién tiene razón? ¿Hay intereses por ambas partes?
De momento los padres nos encontramos en medio de esta situación, sin saber si hemos hecho lo correcto al seguir las indicaciones del pediatra. Sin poder concluir el tratamiento si ya se ha puesto una dosis. Y como suele suceder en estos casos mucha desinformación.
Lo único que he recibido es un consejo, para los niños que sólo han recibido una dosis y no han podido conseguir la segunda, como medida de precaución (evitar la exposición a enfermos, si es posible) y estar atentos para poder administrarles la segunda dosis cuando la situación actual se normalice.