Los Packers estuvieron abajo por 20 puntos el domingo por la noche ante los Bears. Tras una lesión en la rodilla de Aaron Rodgers las cosas lucían muy mal, pero la superestrella salió al campo en el segundo medio para sacar el primer triunfo de la temporada de los Packers.
Rodgers no ha entrenado en toda la semana y su estado hacia el partido ante los Minnesota Vikings está en duda. Al ser cuestionado al respecto, el QB comentó que no necesita entrenar para estar listo el domingo. Mike McCarthy, head coach de Green Bay, comentó que aunque quizás se pierda toda la semana de entrenamiento normal, estará trabajando con el grupo de rehabilitación hasta el día del partido.
La presencia de Aaron Rodgers el domingo es casi segura, pocos son los que ponen en duda su participación, pero McCarthy dijo que será hasta el viernes cuando se pueda confirmar si el QB podrá participar en el vital encuentro divisional ante los Vikings.
La diferencia de unos Packers con o sin Rodgers es mayúscula, no sólo dejarían de ser favoritos en la NFC sino que dejan de competir por completo. Ante Chicago, tras su salida del campo, el QB suplente DeShone Kizer tomó el control de una la ofensiva que simplemente no podía avanzar, y de hecho un error de Kizer terminó en anotación de los Bears. Ante otra defensiva de primer nivel, no tener a A-Rod como QB titular sería una catástrofe.
Los Vikings no deben pensar en eso. Seguramente Rodgers estará en el campo y enfrentarán a los Packers que se ven como favoritos para estar en el Super Bowl por la NFC, y no los que vimos en la primera mitad ante Chicago el domingo por la noche pasado.