La globalización es lo que tiene, mientras unos están descansando en las Islas Mauricio, descansando de lo que les cuesta contar sus tropocientos millones de monedas, este trabajador de Bangladesh también tiene que contar para que no le falte ninguno de los recambios de su humilde tienda.
Como el resto de los habitantes que le rodean, trabaja una jornada de 17 horas y gana un euro al día.
Fotografía de Andrew Biraj