Revista Ciclismo

Abanicos en el ciclismo

Por Rafael @merkabici

Posiblemente una de las formaciones más espectaculares que pueden adoptar los ciclistas durante una carrera son los abanicos. Éstos son las formaciones que adoptan un grupo de ciclistas cuando el viento es muy fuerte y entra de costado. Los ciclistas se colocan escalonadamente ocupando todo el ancho de la carretera por la que están circulando.

Y aquellos ciclistas que no consigan entrar en los abanicos tienen muchas posibilidades de quedarse cortados y perder grandes cantidades de tiempo.

Las formaciones en abanicos se realizan de forma premeditada, ya que es una maniobra que requiere de una técnica depurada, y además suele ser llevada a cabo por ciclistas que suelen ser muy buenos rodadores y experimentados.

Como hemos comentado anteriormente, para que se formen abanicos tiene que soplar el viento con mucha intensidad y entrar de costado, por lo que suelen darse en zonas llanas que estén desprotegidas, ya sea de edificios o de vegetación.

Una vez tenemos las condiciones ideales para que se puedan formar, si por ejemplo el viento entra por la derecha del pelotón, cada ciclista que forma el abanico se coloca a la izquierda y un poco más retrasado del ciclista que va por delante de él. De este modo se van protegiendo del viento y dando relevos pueden avanzar a gran velocidad.

El problema surge cuando no hay espacio para que puedan entrar más corredores en el abanico. Y este espacio viene determinado por la anchura de la carretera por la que estén circulando. Cuanto más ancha sea la carretera más ciclistas podrán entrar en él.

Aquellos ciclistas que no consigan entrar en el abanico es muy probable que se queden cortados debido a que quedarán expuestos al viento y éste les frenará. Por lo tanto la mejor opción si un ciclista se ha quedado cortado debido a la formación de un abanico es que detrás del primer abanico se forme otro para intentar protegerse del viento y así intentar alcanzar a los corredores que van en cabeza.

Pero para que un abanico tenga éxito tiene que haber otras dos premisas que son muy importantes. Una de ellas es que lo inicie el corredor más potente del equipo. De este modo la velocidad que se alcanza será muy alta, y además se debe sostener durante varios kilómetros para que se corte el pelotón.

La otra premisa es que en el último lugar del abanico tiene que haber otro miembro del equipo que es el encargado de cerrar el paso a los oponentes que vienen detrás, propiciando el corte. Esta labor es de vital importancia para que el abanico se forme correctamente.

En el siguiente vídeo, realizado por Eurosport, podemos ver con un ejemplo real la formación de un abanico realizada por los miembros del equipo Lotto Soudal, lo cual les valió la victoria en la etapa.


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