¿Abarcamos demasiado?

¿Harás caso a todo lo que te dicen? Felicidades a los publicitarios que ahondan más en nuestras inquietudes y miedos aunque su objetivo sea vendernos un refresco. El anuncio en tono humorístico nos plantea la presión a la que estamos sometidos por parte de esta sociedad donde parece que todas estas acciones son prioritarias para ser feliz, para estar en la élite personal y profesional, etc.

Está claro que todas las cosas que propone el anuncio son saludables e importantes a llevar a cabo en nuestras vidas, pero una vida es una continuidad, es decir, un proyecto a largo plazo. Tendríamos que reflexionar cómo hacemos las cosas, sin obligarnos a tener que cumplir “TODO” constantemente. Está bien hacer ejercicio pero también sentarnos en el sofá a descansar, está bien comer sano y saludable pero por comerme una hamburguesa o una bolsa de patatas fritas no voy a aumentar mi colesterol, está bien jugar con mis hijos pero también leer una revista o un libro.

¿Somos capaces de sentarnos a tomarnos una copa de vino tranquilos sin sentirnos mal por tener plancha atrasada, trabajo sin hacer, etc? ¿Podemos decidir en ciertos momentos cuál es la prioridad, cual es el perjuicio si no lo hago, y no sentirnos culpables? Quizá no podemos tomarnos un año sabático como un actor de Hollywood pero os proponemos que paséis a la acción.

Piensa cómo es tu actitud diaria frente a las necesidades a cumplir y si es una constante obligación es importante que cambies para no sufrir tanto.