(dícese de las túnicas oscuras que visten algunas mujeres musulmanas)
Las mujeres árabes luchan por cambiar la imagen que los medios, y en general, la población de occidente tiene de ellas, y es en la moda donde enc
uentran su mejor aliado para impulsar esa metamorfosis que les permita ser más libres e independientes. La combinación de diferentes prendas, estampados y tejidos propia de los países de Oriente Medio ha atraído a numerosos modistos que no han dudado en apostar por colecciones destinadas a la mujer árabe. Con motivo de ello se ha desencadenado la reciente polémica; una confrontación que enfrenta a distintos diseñadores. Grandes marcas han adoptado la decisión de ampliar su mercado debido a la rentabilidad que presenta este sector en los países árabes, nuevos oferentes de las mejores condiciones para comercializar productos.Ante la aparición de los denominados “burkinis”, mezcla de las palabras burka y bikini, que Marks & Spencer sopesa poner a la venta, Pierre Bergé, cofundador de Yves Saint Laurent, rompe el silencio matizando que la moda ha de estar a disposición de la mujer para hacerla sentir más bonita y más libre. La moda, dice, ha de entenderse como una herramienta que trabaje a favor de la igualdad y no como un aliado de esos gobiernos y sistemas que instauran los parámetros por los que ha de regirse el vestuario femenino. El diseñador francés aboga por combatir las estrictas normas sobre la vestimenta en los países arábigos y dar la posibilidad a la mujer de decidir por sí misma. Los atuendos de Oriente Medio son vistos como una forma de esclavización de la mujer, de allí que Yves Saint Laurent pida que las grandes empresas olviden el dinero y se centren en los principios morales y éticos.
Sin embargo Dolce&Gabanna, DKNY, Tommy Hilfiger y H&M y Mango (en una versión más económica) son algunas de las marcas que se decantan por crear una línea de prendas de corte musulmán, pues son muchas las mujeres que siendo educadas e independientes eligen vestir así. De esta forma, apuntan que acercar la actualidad, la comodidad y la elegancia a ese colectivo no constituye ningún delito. En este caso, la opresión y la ocultación pasan a considerarse como otra forma de belleza, de igual modo respetable.
Fotografía de la campaña My Stealthy Freedom
Además, Pierre Bergé no debería preocuparse puesto que ya son muchas las mujeres que se movilizan por cambiar el mundo en el que les ha tocado vivir. De esta manera, se han puesto en marcha campañas como My Stealthy Freedom, movimiento iraní que reivindica que llevar o no el velo ha de ser una decisión y no una obligación. Internet se ha llenado así de fotografías de madres, esposas e hijas sin hijab y con el pelo al viento, pidiendo en silencio el incremento de la igualdad y la libertad.
Fotografía tomada del Tumblr The Tehran Times
Vestir de una manera no implica olvidar las creencias, y de hecho, es la idea que Araz Fazaeli, diseñador de moda y responsable del blog
The Tehran Times, pretende difundir. A partir de las fotografías de street style que colman el muro de su Tumblr, muestra combinaciones de prendas arriesgadas y atrevidas que llevan mujeres iraníes sin perder su esencia. Y en Underwrap, agencia de modelos musulmanas fundada por Nailah Lymus, se repite el mismo mantra: ser libre para elegir la vestimenta no implica olvidar y dar la espalda a tus convicciones.
Criticar es hipócrita. ¿No deberíamos abrazar las diferencias en vez de oprimirlas?, se pregunta Alia Khan, directora del Consejo Islámico de Moda y Diseño. ¿Por qué no romper los límites, combatir los estereotipos y dar una voz propia a cada mujer que la necesite? El objetivo, al fin y al cabo, es que todas encuentren algo que les quede bien y con lo que se sientan bonitas. No hay reglas en la moda.