¿Alguna vez has pensando en lo nutritivos que son tus fluidos? Lleno de nutrientes como sales y proteínas...las abejas salvajes lo saben, y se alimentan de lágrimas y sudor humano. Una nueva especie descubierta en Brooklin llamada Lasioglossum gotham prefiere el sudor humano más que el del resto de los animales por su dieta con más cantidad de sal. Son abejas pequeñas que ni siquiera pican.
En Tailandia hay casos de abejas (Lisotrigona cacciae, L. furva y Pariotrigona klossi) que se alimentan de lágrimas. Hay pocos informes en los que aparezcan estas abejas acudiendo a flores, presentando en general poca cantidad de polen en las patas, poca pilosidad, ausencia de resina en las patas y el cuerpo, y un metasoma extensible para transportar fluidos. Esto puede interpretarse como una posible adaptación a la lacrifagia. Sin embargo, esto aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades a través de los ojos.
En estas especies, el parpadeo puede terminar espantándolas, pero a veces se posan tan suavemente, que el huésped no nota su presencia. Cuando son varias abejas a la vez, terminan causando que el ojo lagrimee, colocándose todas juntas, bebiendo incluso cuando se cierra el ojo.
Fuente: Discover magazine, Bioone