Abiy Ahmed se convirtió en primer ministro de Etiopía en abril de 2018, a sus 41 años. Encontró el país en estado de emergencia y en tres meses consiguió levantarlo, liberar a presos políticos y periodistas encarcelados, legalizar partidos anteriormente considerados grupos terroristas y arreglar en un santiamén un conflicto con la vecina Eritrea que duraba ya más de 20 años. En solo un año y medio, Ahmed ha cambiado radicalmente el aspecto político de Etiopía, que ha pasado de no saber solventar sus propios conflictos a ser clave como mediador en otros como el de Sudán. A ello se le une su compromiso con el feminismo, que le ha llevado a nombrar al primer Gobierno partirario de la historia del país y promover el nombramiento de la primera jefa de Estado etíope, Sahle-Work Zewde, nombrada por el Congreso tras la renuncia del expresidente Mulatu Teshome en octubre de 2018. Además, su aperturismo económico ha terminado por encandilar a Occidente, que le ha convertido en referencia reformista frente a los tradicionales dinosaurios políticos que todavía gobiernan en numerosos países africanos.
Sin embargo, Occidente y el Comité Noruego del Nobel obvian otros preocupantes acontecimie...
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Abiy Ahmed, el Nobel de la Paz que intenta cambiar el rumbo de Etiopía fue publicado en El Orden Mundial - EOM.