El hermano de Yang Li necesitaba
urgentemente un trasplante de médula para poder tratar su enfermedad.
Yang Li, embarazada de 12 semanas era inmunológicamente compatible para
la donación, pero los médicos le advirtieron que realizar el trasplante
de médula podría poner en peligro su embarazo, por lo que le plantearon
una difícil elección: seguir adelante con su gestación y que no se
realizara el trasplante de médula o abortar para llevarlo a cabo. Según Daily Mail (18-10-2016), Li decidió abortar para así poder donar la médula a su
hermano. Los médicos realizarán el trasplante en cuanto la joven de 24
años se recupere del aborto.
Con motivo de este caso, se ha abierto
un debate médico y ético en los medios de comunicación y en las Redes
Sociales. Algunos ven a Yang Li como una heroína y otros opinan que no
debería haber abortado. La pregunta que nos planteamos y
que hay que responder es, ¿ciertamente no se puede obtener médula ósea
de una embarazada? Porque si se pudiera, no habría ninguna razón médica
para tener que recurrir al aborto.
Javier de la Rubia, Jefe Clínico del servicio de
Hematología del Hospital La Fe de Valencia y Profesor de Hematología de
la UCV, explica en un artículo publicado en El Observatorio de Bioética cómo había diversas alternativas para solventar el caso del hermano de Li.
Nos encontramos ante un caso paradigmático de manipulación médica y ética.