Aborto: Encubrimiento para los violadores

ABORTO: ENCUBRIMIENTO PARA LOS VIOLADORES

Cuando hay embarazos por violación y se procede al aborto, se traduce como hacer desaparecer las pruebas del delito de abuso sexual y por lo tanto encubrimiento de un crimen. En este caso la misma victima está prolongando la libertad del perpetrador y este puede seguir simplemente haciendo de las suyas.

Realizar un aborto a una mujer, una joven o adolescentes que testifican que han sido víctimas de abusos sexuales, hacer desaparecer la prueba al asesinar a la criatura y por si fuera poco desechar el cuerpo es encubrir al violador, y no solo es encubrir sino que en la mayoría de los países el encubrimiento de un crimen es de hecho un crimen. Conocer un delito tan terrible como los abusos sexuales, no efectuar la denuncia y no avisar a los padres o familiares de la victima es encubrir al abusador y es lo que comúnmente sucede en estos gravísimos emprendimientos.

Cuando no hay denuncia tampoco hay persecución del delito, no se hace ningún tipo de investigación y por lo tanto es un delito sin sanción, lo que solo le da más libertad al abusador y más confianza al resto de criminales del mismo tipo para seguir haciendo lo mismo. Habrán nuevas violaciones y nuevos embarazos; por consiguiente más traumas y más abortos.

La misma campaña pro aborto en sus estadísticas maneja que en el 90% de los casos de violación el perpetrador del abuso sexual es un familiar cercano a la víctima. Si la victima va acompañada por un familiar a realizarse el aborto se puede dar el caso que justo esa persona es el abusador y con su presencia solo hace seguir intimidando y provocando traumas en la niña abusada. Es estos casos la misma victima podría ir a abortar cuantas veces quiera el abusador, porque él es quien la controla y para la clínica esto no significaría más que dinero, por lo que por supuesto no hacen la denuncia pertinente. En estos casos tampoco se considera el estado emocional de la niña o adolescente, el estrés postraumático, la relación de poder-dependencia con el abusador, el síndrome de Estocolmo y el miedo que operan es estas situaciones de vida tan poco saludables.

Lo único que se les ofrece a las víctimas de abusos sexuales es el aborto, no se les ofrece apoyo emocional, compañía o ayuda sicológica.

Los movimientos pro aborto solo quieren que se aborte; ellos no proponen que sea obligatorio hacer la denuncia, no proponen que sea obligatorio tener pruebas o hacer investigaciones. Su único propósito es que se practiquen abortos sin darle importancia a que el violador sigue libre.

Abortar niños que son producto de abuso sexual no soluciona el problema de los abusos sexuales y mucho menos consuela a las víctimas, ya que abortar es de hecho más traumático que la violación.

El sistema siempre busca estar al revés. No hay condena ni pena de muerte para los violadores pero para los hijos que estos engendran si las hay, aunque los hijos por más culpables que sean sus padres siempre son inocentes.