Aborto:dos Realidades

El aborto tiene dos aristas. Dos realidades diferentes: la legal y la ilegal.
El aborto legal tiene sus consecuencias y sus beneficios. Una de las consecuencias es cuando miles de mujeres, en vez de poner énfasis en los métodos anticonceptivos, recurren a él para solucionar el problema. Otras, no menos graves son:

* riesgo de cáncer de mama, ovarios, cuello del útero  e hígado.

* perforación del útero

*desgarros cervicales ( cuello del útero)

*placenta previa

*embarazo ectópicos

*afección inflamatoria pelvica

*endometriosis

*esterilidad

*además de todos los efectos psicológicos que afectan a la víctima después de esta intervención ( nerviosismo, frigidez, insomnio, culpabilidad, etc)

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Los “beneficios” se dan cuando por causa de un accidente, golpes, malformaciones congénitas, etc, hay que decidir entre la vida del hijo o la de la parturienta. La mayoría no quedarán estériles y podrán concebir a futuro.

El aborto ilegal es la otra realidad del problema. Que se legalice se cree, podría acabar con estos problemas como es la alta incidencia de embarazos no deseados, las largas esperas legales a las que se tienen que someter las mujeres que son violadas o que tienen alguna discapacidad mental. Éstas últimas ni recurren a la justicia y lo hacen de manera ilegal.
Sus consecuencias son graves y las mujeres deben acudir a las clínicas a causa de perforaciones uterinas, vejiga urinaria,recto y desgarros del cuello uterino.
Es una problemática muy complicada tanto por los problemas de salud que le acarrean como por la incapacidad del sistema de salud para solucionar el problema, siendo ilegal.

Por otro lado no se puede vulnerar los derechos que tienen las mujeres sobre su propio cuerpo cuando no desean al niño por sentirse incapaz de satisfacer sus necesidades, ya sea porque están estudiando o porque no quieren dejar su carrera profesional. Tampoco no debemos olvidar la situación de pobreza en la que se encuentran muchas mujeres, los prejuicios de género y la falta de apoyo de sus familias o de sus parejas.

Dos realidades, un mismo problema.