Revista Política

Abraham el leñador anarcoide antisistema

Publicado el 03 abril 2013 por Noostradamus
Desde el lejano 1977 hasta la fecha presente han transcurrido 36 años, que ya son años, en los que todos los procesos electorales celebrados en España han tenido algo en común, la adjudicación de toda la papelería mediante concursos amañados para malversar en el precio, nadie dice nada de quienes hayan sido los que participaron en tal estafa a los ciudadanos como si hacer esto fuera un acto gratuito y no pura corrupción a cambio de sobornos, porque todo sobreprecio es para repartir o para cobrar por otro lado en cualquier parte del mundo, y no iba a ser distinto en la soleada España.
Así que antes de las primeras elecciones tras la dictadura ya estaba amañado quienes iban a llevarse crudo el sobreprecio de la papelería correspondiente, cabe pensar que si ya estaban es porque eran los que hacían lo mismo con el simulacro que llamaban democracia orgánica, y con todos los papeles de todos los organismos públicos. No existiendo partido alguno aparte del partido único del estado es evidente que no hablamos de corrupción política o de financiación de nadie más que del aparato corrupto de la dictadura, al final no iba a ir tan desencaminado el periódico conservador alemán Die Welt con sus observaciones acerca del sistema político español, una democracia donde los ciudadanos no pueden enterarse de que les están estafando con el precio de los sobres y papeletas que introducen con toda su buena fe democrática en las urnas.
Todas las elecciones europeas han servido para practicar la corrupción estafando a los ciudadanos con el precio del papel impreso. Y las generales, y las autonómicas, y las municipales. Todos ellos lo sabían porque no es creíble que no fuese así. Pero lo asombroso es que esto se solucione con una multa a las empresas y el reconocimiento de que la asociación correspondiente y desaparecida que organizó este fraude, de cometer un delito, ya habría prescrito, porque parece que no hay corrupción que no lleve anexa la prescripción del delito o en su defecto el indulto; no es de extrañar que sea una frase revolucionaria, antisistema, perroflauta, anarquista radical, izquierdista furibunda y todo lo que se pueda catalogar como peligroso en el sur, aquella de "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo", porque en España Lincoln hoy día sería un enemigo público por sus peligrosas frases antisistema. De Jefferson mejor ni hablar, sus ideas democráticas son las de un punkie enloquecido para el exótico sistema español. Así luce el pelo por la periferia sur amparada por la periferia de la democracia que manda desde el norte. No sabemos si la herencia viene del absolutista Fernando VII o del tarado Carlos II el Hechizado.
Lo grave del asunto es que no sólo fueron amañados todos los concursos públicos para la adjudicación de toda la papelería electoral desde antes de que hubiera algo llamado democracia española fruto de su paradójica transición desde la dictadura al concurso amañado. Como para permitir a los ciudadanos meter los hocicos en el sistema y que se acabase el chollo del fraude papelero, los negocios son los negocios y como dijo aquel, no es nada personal, son sólo negocios. Lo grave es que todos los organismos públicos estatales durante todos esos años han hecho lo mismo, es decir miles de mesas de contratación compuestas por muy serios y honrados funcionarios han estado practicando en fraude de manera sistemática en perjuicio de las arcas públicas que no son otra cosa que el dinero de los ciudadanos. Si se ha hecho en los ministerios con toda su red de departamentos y empresas públicas, se habrá hecho igual en todas las administraciones regionales, provinciales y municipales, y si no en todas, en la mayoría.
Ahora entendemos el motivo de cambiar continuamente los nombres de departamentos mil de las administraciones, había truco y el cambio de nombre obligaba al cambio de toda la papelería, concurso amañado y a cobrar que son dos días. Eso no es financiación de partido alguno ni es cosa de "los políticos" o de la llamada clase política, o elite gobernante si el que firma el artículo es parte del aparato, es pura corrupción institucional y administrativa de antes de que existieran los partidos, una herencia más de las que provocan que alguien hable en un artículo de corrupción endémica de administraciones de dictadura tercermundista. Pero todos y cada uno de los casos de fraude en concurso público con las compras de papelería han sido organizados con la participación de personas con nombres y apellidos que a los ciudadanos les gustaría conocer, para saber quienes tienen que devolver todo lo cobrado por participar en la corrupción aparentando defender los intereses de los ciudadanos en la adjudicación de contratos amañados. Y quien hace un cesto hace un ciento.
Confiamos en que ninguno de ellos haya participado en ningún proceso de selección de personal en estas décadas porque eso haría que todos los ciudadanos sospecharan que además de los sobres pudieron alterar otras cosas como las plazas de funcionarios en sus respectivos departamentos de sus respectivas administraciones. O que ya no estando en activo los actores de esta trama sean sus descendientes directos los que obtuvieron plazas por procesos tan libres de toda sospecha como los concursos para adjudicar toda la papelería de ministerios, autonomías, diputaciones y ayuntamientos. Y si sabiendo que en todas las elecciones europeas se ha cometido fraude con el precio de papeletas y sobres en la periferia sur, si los demás callan, como se dice en España como putas, será porque todos han estado haciendo lo mismo y no pueden justificarlo ante sus correspondientes ciudadanos estafados, bonita papeleta. Mucho cuento de que no saben cómo construir una Europa democrática, pues tampoco es tan difícil, cojan la constitución de los USA la editan con un tratamiento de texto de los de código abierto, buscan en el menú edición donde poner buscar y reemplazar y donde pone de América reemplacen la palabra por Europa. Si lo ven demasiado difícil pueden probar con la constitución de Suiza y dejar de tomarnos el pelo a todos. Porque lo que sostienen por ahora es que la corrupción es parte de la soberanía nacional de los corruptos y por lo tanto subsidiaria a pagar por los ciudadanos.

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