Abrazarse se ha puesto de moda y hay quien le atribuye virtudes terapéuticas. Un abrazo es expresión positiva de sentimientos y se convierte en el modo más intenso y visible de mostrar que se ha superado un conflicto, que se está dispuesto a iniciar una nueva etapa.
Fue muy célebre el de Vergara en1839, entre Maroto y Espartero, conservadores y liberales. Puso fin a la Guerra Carlista, pero sirvió de poco porque sucedieron otras dos.
Hoy se impone el abrazo entre Sánchez e Iglesias con el que sellan un acuerdo para formar gobierno de coalición. El podemita no cabe en sí de gozo; ve cumplido el sueño de su vida, gracias a un cínico necesitado.
Pensar que este individuo, con su trayectoria, va a ser vicepresidente de España da un poco de miedo; pensar en la retahíla de socios que arrastra, da mucho miedo.
