El jardín y la entrada a nuestra casa son los primeros en dar la bienvenida a la Navidad, es por ello que merece especial atención. Las casas se visten por dentro y también por fuera.
Los tonos rojos de estos farolillos sobre unas ramas secas dan un toque espectacular de luz contrastando con el blanco inmaculado de la fachada revestida en madera y el portón, y como complemento unos farolillos en el suelo en diferentes tamaños y formas. Ventanas y puertas se visten con las mejores galas para recibirla con los brazos abiertos, son días muy entrañables que fomentan los lazos familiares y nos hacen volver a la niñez.
Guirnaldas colgadas en vertical en tonos rojos salpicadas de piñas y corazones de marcada inspiración natural.