Cada año cuando llegan estas fechas se repite la misma pregunta: ¿Si me quito el abrigo porque estoy sudando me resfriaré?
Y la respuesta sigue sin variar después de los años: NO
Para resfriarnos o coger una gripe, que son patologías completamente diferentes, necesitamos entrar en contacto directo con los virus causantes de estos procesos.
Estos virus han de estar en el ambiente y entrar en contacto con nosotros para poder realizar su función: la de atacarnos y que nuestras defensas tengan que actuar, ya que no podemos ayudarles con antibióticos porque no tienen ningún efecto contra los virus.
El hecho de que llevemos más o menos ropa, si no tenemos alrededor algún virus, no tiene más importancia de la que pueda tener el que pasemos más o menos frío.
Y si hablamos de caminar descalzos más de lo mismo…, siempre me he imaginado ante esta pregunta a un pobre virus subiendo desde nuestros pies hasta alcanzar nuestras mucosas (boca, nariz, conjuntiva) que es por donde entran en nuestro organismo, y que debe ser algo parecido a escalar el Everest sin tener la más mínima formación para ello.
La propagación de los virus del resfriado o la gripe la realiza una persona infectada por la emisión de virus a través de las gotas de Flugge que salen al estornudar, toser o hablar y que pueden mantenerse en el aire durante el tiempo suficiente para llegar a la mucosa del posible contagiado.
El hecho de que los resfriados o la gripe aumenten en invierno se debe simplemente a que las temperaturas más bajas combinadas con una humedad también baja ayudan a la supervivencia de los virus, por lo que estaremos más expuestos a ellos; durante los meses de calor la incidencia de casos disminuye.
Esta combinación favorece la sequedad de la mucosa de las fosas nasales y las hace más susceptibles a los virus, por este motivo es por lo único que, para ser sincera, aconsejaría el hecho de usar una bufanda que tape boca y nariz y respirar a través de ella.
Cuando las temperaturas son bajas las personas tienden a estar más tiempo cerradas en casa, colaborando de esta forma a la propagación de las enfermedades entre ellas.
Los mayores responsables de los resfriados y gripes son los niños, cuyo sistema inmune se está desarrollando, lo que no sólo los hace mucho más sensibles al contagio sino que los convierte en un excelente reservorio para los virus.
Para minimizar estos contagios es importante la higiene: lavarnos las manos cada vez que contactemos con una persona resfriada y utilizar pañuelos desechables (sin que sea el mismo para la nariz y los ojos o añadiremos a nuestro resfriado una conjuntivitis).
Tanto el resfriado como la gripe son procesos autolimitados por lo que la medicación ha de ser simplemente sintomática: analgésicos, antitérmicos, una buena hidratación y reposo son suficientes en la mayoría de los casos.
Me gustaría que quedase claro que nos contagiamos por estar expuestos a los virus y no por llevar más o menos capas de ropa encima.
Si estamos en una habitación cerrada con una persona resfriada, aunque vayamos con bufanda, abrigo y gorro tenemos muchas más probabilidades de contagiarnos que si estamos en un espacio abierto (montaña, playa…) y sólo llevamos una camiseta…