Revista Opinión
Abril se va dejando rosas florecidas en los parterres y días de camisas arremangadas que pasean miradas furtivas, cargadas de deseo. Nos deja termómetros que señalan yamediodías veraniegos en terrazas y bares, donde las charlas y las cervezas maridan amistades y cuerpos desinhibidos que disfrutan del color de las jacarandas y del perfume de las flores del paraíso. Abril se lleva las lluvias que han regado el aire para que una luz prístina inunde los rincones íntimos en los que se esconden nuestra timidez y anhelos. Se va abril abriendo las puertas a un verano en ciernes que nos eriza la piel de sensaciones y caricias que nunca se perdieron en la memoria ni en el calendario. Abril se aleja en un horizonte que se ensancha a nuevas promesas que ponen rumbo a nuestras vidas. Abril se va porque el viaje y las esperanzas continúan.