La pérdida de apetito no solo se relaciona con enfermedad, sino también con ciertas etapas de desarrollo y crecimiento. Entre mayor sea la velocidad de crecimiento, mayor el requerimiento energético y mayor el apetito. Por ejemplo, los niños tienen un crecimiento más acelerado durante el primer año de vida en comparación con el segundo año. Asimismo los niños y niñas antes de la pubertad pueden experimentar una pérdida de apetito debido a que la tasa de crecimiento disminuye, en comparación con los años después de la pubertad. Sin embargo, es recomendable que usted aprenda a identificar cuando es por enfermedad y cuando no lo es.
Una deficiencia de vitaminas y minerales también pueden perjudicar el apetito. Por eso es de suma importancia que el niño o niña siga una dieta balanceada que incluya todos los grupos de alimentos. De lo contrario deberá ingerir algún multivitamínico o suplemento nutricional especial para niños, esto porque ellos tienen distintos requerimientos a los adultos.
Es normal que el niño prefiera jugar que comer, por eso es importante establecer horarios regulares de comida, para que las comidas no pasen a segundo plano.
Los niños entre los 18 meses y 3 años tienen una típica fase de rechazo de la comida. Esto se debe a que a esta edad empiezan a desarrollar un poco de independencia y sienten que ellos pueden decidir que y cuando comer.
Consejos para aumentar el apetito en niños pequeños
Participe a su hijo (a) en la preparación de los alimentos.
Enséñele a su hijo alimentos nuevos varias veces antes de que lo pruebe e invítelo a probarlo. Esto ayuda a que se les quite el miedo de probar alimentos nuevos.
Corte los alimentos en distintas formas y utilice colores llamativos para que sean más atractivos para el niño.
Utilice platos, vasos, cubiertos y servilletas de muñequitos o carritos que sean atractivos para el niño.
Apague la televisión a la hora de comer para que no distraiga al niño (a).
Acostumbre a comer al niño en familia, para que siga los buenos ejemplos de los padres.
Evite tener problemas durante la comida, para que el niño no tenga tensión y rechace la comida. Que sea un momento ameno y de compartir.
No regañe al niño (a) cuando rechaza un alimento o no quiere comer. Se ha visto que este tipo de conductas no son favorables.
Consejos para aumentar el apetito en niños más grandes
Explíquele a su hijo la importancia de una alimentación saludable y las ventajas cada alimento para la salud.
Participe a su hijo en la compra y preparación de las comidas y también de la lonchera el día anterior. Muchos niños cuando ven los ingredientes de la receta, se sienten más tranquilos a la hora de comerlo.
No pelee con los niños cuando rechazan algún alimentos. Trate de buscar alimentos similares en nutrientes a los que rechaza y déle alternativas.
Ofrezca variedad en las preparaciones, ya que los niños se aburren fácilmente de los alimentos y los sabores.
Acostumbre a su hijo (a) a comer en familia. El ver a los demás comiendo ayuda a abrir el apetito, además de que es un tiempo para compartir. Trate de que sea un momento agradable y sin conflictos.
No deje que su hijo tome mucho líquido antes de las comidas, ya que se puede sentir satisfecho antes de comer.
El azúcar ayuda a abrir el apetito, así que puede darle un poco de jugo de fruta antes cada comida.
Incremente la actividad física de sus hijos. Métalos a clases de natación, baile, tenis, en el equipo de fútbol, etc.
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