Alguna vez nos ha pasado que a la hora de abrir una botella de vino nos hemos encontrado que no teníamos sacacorchos. Con este truco que os dejamos nunca más os quedareis sin disfrutar de una magnífica velada por culpa de no poder descorchar la botella. Sólo necesitas un zapato de caballero y una pared que esté bien dura. Esperamos que os guste¡¡