Aburrimiento político temporal

Versión juvenil de mi ego

Intento escribir. Cuando no estoy haciendo nada interesante (como en la época de estudio en la que me acabo de incorporar al curso y no hay novedades) no suelo tener ideas originales para mis posts. Yo lo veo normal. Pero es imposible, me he dado cuenta de que tengo mis readers llenos de política basura (salvo excepciones). Me hablan de Tomas Gomez y de Trinidad Jimenez, un tema que me parece tan emocionante como un curso de punto de cruz por fascículos. ¿Que interés pueden tener unas primarias con dos candidatos de sobradas credenciales derechistas? Este es el momento en el que me abuchean, hasta que a alguno le da por mirar la trayectoria de ambos en sus carreras políticas -en el ministerio de sanidad uno y en la alcaldía de Parla el otro- y se da cuenta de que tengo razón. Yo por mi parte no haré que ustedes tengan más nauseas de las necesarias, así que no trataré el tema. No hace falta que me den las gracias. También me parece bochornoso lo que está ocurriendo en Francia, pero como han corrido rios de tinta me he limitado a citar en Twitter algún que otro artículo (muy interesantes algunos por cierto). Como no me gusta hablar cuando no puedo mejorar el silencio, tampoco escribo cuando no tengo nada más que decir. Un panorama muy decepcionante.

Estaré a la espera de algo que merezca la pena ser contado, ya que ustedes, a quien debo lealtad -a mi modo- no les puedo contar cualquier cosa. No me suelen faltar las ideas, así que no se me vayan corriendo, total, cualquier cosa es mejor que lo que ellos le ofrencen. ¡Cuestionad y no temáis ser cuestionados!